Integrantes de la comunidad sorda y de la Asociación de Sordos de la Ciudad de México, a través de las redes sociales, denunciaron que la intérprete del Gobierno del Estado, Miroslava Amador, discriminó a una ponente de la comunidad sorda, durante un acto de inclusión, que se realizó en el Congreso local.
El integrante activo de la Asociación de Sordos de la CDMX, Jaasiel Gómez, a través de sus redes sociales, -en las que, además, enseña Lengua de Señas Mexicana-, evidenció a la intérprete del Gobierno, por su falta de ética durante el acto en mención. (aquí el sitio para consulta https://www.facebook.com/share/v/ksbQWgqXbUmSLvqg/) El foro en mención, se efectuó para conmemorar el Día Internacional de las Personas Sordas (7 de octubre); por ello, las instituciones y poderes realizan actividades en relación al tema, aunque a la fecha ha sido poco visibilizada.
Dicho acto, fue organizado por la diputada Gabriela Hernández Islas, Presienta de la Comisión de Grupos Vulnerables del Congreso del Estado, y al que invitó a todas las Personas Sordas a un foro para visibilizar a este sector de la población.
Precisamente en el evento, la intérprete del Gobierno del Estado, Miroslava Amador, discriminó a la ponente, ya que violentó lo estipulado en el Código de Conducta Profesional para los Interpretes de la Lengua de Señas Mexicana.
Al consultar el documento, se constató que Miroslava Amador, violentó los principios de fidelidad, ya que no realizó la transmisión fiel del contenido y el espíritu de lo que quiso comunicar la ponente; de imparcialidad, pues dicho principio establece que la intérprete no debe hacer comentarios personales, ni dar su punto de vista o personal, además, de no intervenir, aconsejar, manipular, modificar o tomar partido en la comunicación.
Además, ignoró las recomendaciones generales de dicho ordenamiento, en las que indican que los principios antes señalados, deben cumplirse a cabalidad, e incluso, podría ser sancionada.
De hecho, durante estas acciones discriminatorias, la ponente, integrante de comunidad sorda, se quedó sin saber lo que ocurría, acto que generó enfado en este sector de la población, quienes incuso, sugirieron que las personas sordas, al notar esta acción, debieron abandonar el recinto legislativo.