Aún hay chinos interesados en comprar marfil: WWF

Luego de que en China se prohibiera el comercio interno del marfil de elefante y la demanda se estabilizara en niveles bajos, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) informó que los chinos que viajan fuera del país continúan expresando un fuerte deseo de comprarlo.

La organización conservacionista precisó que la prohibición se hizo efectiva el pasado 1 de enero de 2018 en la nación oriental y el apoyo a esta medida se ha mantenido muy fuerte.

De acuerdo con una encuesta realizada por WWF, el porcentaje de personas que expresan haber comprado marfil en los últimos 12 meses es significativamente menor respecto a los años anteriores a la prohibición.

Respecto a la intención de comprar marfil en el futuro, un 80 por ciento de las personas consultadas dijeron que después de haber sido informados de la prohibición se han mantenido sin adquirirlo.

Sin embargo, aún existe demanda principalmente de consumidores que viajan fuera de China continental y de los llamados compradores acérrimos, que tienen menos probabilidades de dejar de comprarlo a pesar de la ley u otros elementos disuasivos.

“La compra de marfil en persona a vendedores en China continental ha disminuido, mientras que la compra durante viajes ha aumentado en general entre los turistas: de 18 por ciento en 2018, a 27 por ciento en 2019”, indicó WWF en su portal en Internet.

Otros destinos mencionados por los turistas son Tailandia, la Región Administrativa Especial de Hong Kong y Camboya, precisó la organización y destacó que la prohibición es apoyada totalmente, aunque el conocimiento sobre los detalles de la misma sigue siendo escaso.

“Los consumidores chinos representaban un importante grupo demográfico que impulsaba el comercio mundial de marfil, mismo que condujo a una crisis de caza furtiva de elefantes en todo el continente africano a partir de 2010”, mencionó Karen Xue, directora de la Iniciativa Mundial del Marfil de WWF.

Ante esta situación, WWF indicó que se han reforzado los esfuerzos de participación de los consumidores, incluyendo las aduanas en China, las compañías de Internet y la industria turística para evitar esta práctica que está dañando considerablemente a esta especie y podría llevarla a la extinción.