Integrantes de la familia mormona LeBarón despiden este jueves en el rancho La Morita, en el municipio sonorense de Bavispe, a los nueve miembros de esa comunidad asesinados en una caravana durante un trayecto hacia Chihuahua el pasado lunes 4 de noviembre a manos de integrantes del crimen organizado.
Seis de las víctimas de la familia LeBarón eran menores de edad; el resto, mujeres; en la zona continúa una intensa vigilancia por parte de elementos de la Guardia Nacional (GN) y Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes vigilaron y escoltaron caminos y pista de aterrizaje en donde llegaron los autos y las avionetas con familiares de los LeBarón para arribar a la finca
Los miembros de los LeBarón
Con militares custodiando la entrada de La Morita, cientos de personas llegaron a este remoto poblado agrícola para asistir a los funerales de las víctimas, que tienen ascendencia de Utah, Estados Unidos (EU).
En una sola tumba reposarán los restos de una mujer y sus dos hijos, quienes fueron baleados afuera de La Morita, donde viven unas 300 personas. Muchos de sus residentes tienen doble nacionalidad de EU y México. Hombres y jóvenes con palas ayudaron a preparar el terreno en un pequeño cementerio en la comunidad ubicada a unos 110 kilómetros de la frontera con Arizona.
Otras de las víctimas, Dawna Ray Langford (43 años) y sus hijos Trevor (11) y Rogan (2) serán sepultados juntos: fallecieron el lunes, cuando atacantes ametrallaron su camioneta mientras transitaban por un camino de terracería que los llevaba a la colonia LeBarón.
Se prevé que el resto de las víctimas sean sepultadas más tarde. Las dos comunidades, cuyos habitantes están enlazados, se reunieron este jueves por el luto y se abrazaron unos a otros.
Influencia de EU en la colonia LeBarón
En Colonia LeBarón la influencia estadounidense es evidente se mire a donde se mire: hay camionetas con matrículas de California, Idaho, Colorado, Washington, y varios clientes angloparlantes comiendo platillos del país vecino. Muchos de los residentes con doble nacionalidad nacieron allí y sus familias llevan décadas en ese sitio.
Entre coronas de flores y una inmensa tristeza, familiares y amigos les dieron el último adiós a las víctimas de las familias LeBarón y Langford. Alex LeBarón, quien encabezó la caravana, dijo en breve entrevista otorgada a la agencia de noticias estadounidense AP:
Venimos a honrar su memoria, a tratar de entender lo que está pasando. Es responsabilidad de la autoridad investigar y decirnos qué sucedió. (…) Es un acto de terrorismo para todos los mexicanos”.
Hasta el momento, la principal hipótesis del Gobierno federal es que el crimen habría sido producto de un enfrentamiento entre grupos de narcotraficantes antagónicos. Las autoridades acreditan el ataque a miembros del grupo La Línea, cuyos sicarios ingresaron al territorio del cártel de Sinaloa y establecieron un puesto de avanzada armado en una colina cerca de La Morita.