En la zona centro de la Ciudad de México (CDMX) fueron detenidos dos sujetos que transportaban animales en peligro de extinción: un mono araña y dos tucanes.
Los sujetos que transportaban los dos tucanes y el mono araña viajaban en un auto deportivo rojo con placas del Estado de México y, al ser abordados por personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, no pudieron acreditar la tenencia legal de los animales.
Al interior del vehículo deportivo fue localizada una caja de cartón y un par de bolsas de las que salían ruidos y movimientos de los tucanes y el mono araña.
Ambas especies (los dos tucanes y el mono araña) son consideradas en peligro de extinción, de acuerdo con el catálogo de animales en peligro de extinción de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Los dos sujetos que tenían en su poder a los dos tucanes y al mono araña fueron detenidos en el cruce de Congreso de la Unión y el Eje Uno Norte, delegación Venustiano Carranza; después fueron trasladados a la agencia número 20 del Ministerio Público.
Sobre el tráfico ilegal de vida silvestre
Acciones como las de los sujetos detenidos esta tarde por transportar dos tucanes y un mono araña conforman la existencia del tráfico ilegal de vida silvestre, el cual se constituye como una infracción o delito en la legislación ambiental de México, e involucra la extracción, acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y fauna silvestre, mediante la captura, caza y colecta, en contravención de las leyes y tratados nacionales e internacionales.
Comprende ejemplares vivos, así como productos y subproductos derivados de éstos, considerando productos a las partes no transformadas y subproductos a aquellas que han sufrido algún proceso de transformación.
Definir la extensión precisa del tráfico ilegal de vida silvestre resulta imposible por su naturaleza ilícita; sin embargo, se sabe que es un negocio de amplias dimensiones que involucra grandes cantidades de dinero.
Se estima que se encuentra en el cuarto lugar de importancia como comercio ilegal, después del tráfico de drogas, el tráfico de personas y los productos falsificados. Asimismo, ocupa el segundo lugar mundial como amenaza para la vida silvestre, después de la destrucción y fragmentación de hábitats naturales.