CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con una nueva referencia bíblica, la posición presidencial respecto a la inseguridad y la violencia fue reiterada hoy al responsabilizar a las pasadas administraciones, particularmente, como causantes de la desigualdad económica que, en su perspectiva, es el origen de la criminalidad.
“Todo esto que está sucediendo es el fruto podrido, repito, de un régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios. Entonces hay que cambiar al régimen y lo tenemos que lograr, ese es el propósito principal”, dijo.
En su conferencia de prensa matutina, acompañado del secretario de Defensa, Luis Crescencio Sandoval, entre otros funcionarios, el mandatario sostuvo que no habrá cambio en su estrategia basada en “combatir las causas”, entre las que incluye como factor primordial, la corrupción.
“El principal problema es la corrupción, derivado de un modelo en el que una minoría lo tiene todo y la mayoría carece de lo más indispensable. Estamos atendiendo las causas”, dijo.
En esta nueva alocución sobre los problemas de seguridad, el presidente se vio una vez más tendente a generalizar los problemas de violencia, la común, organizada e inclusive, la feminicida que en estos días mantiene activas las protestas retomadas hoy tras sus dichos sobre fortalecer valores, atender las causas y urgir la instauración de una “constitución moral”.
