Por Héctor A. Villalva
Inició agosto y con él, vinieron las primeras manifestaciones del mes, el lunes frente a Palacio de Gobierno, un reducido grupo de manifestantes, exigía a gritos se garantice el abasto de medicamentos en la farmacia de Pensiones Civiles de Tlaxcala, según se denunciaba llevan ya algún tiempo sin recibir medicamentos.
Y el mentado desabasto pudiera ser creíble si los manifestantes superaran la centena y si los trabajadores de base y confianza se hubieran sumado, pero el reducido grupo consiguió que se supieran las razones reales de sus mentadas exigencias.
La farmacia de Pensiones Civiles había tenido durante poco más de 30 años, un proveedor único que técnicamente monopolizaba el servicio de proveeduría, lo que muy seguramente, significaba grandes mochadas que caían en los bolsillos de uno o más trabajadores del organismo en cuestión.
Los moches y de más beneficios eran tales, que, en el cambio de gobierno, muchos de los trabajadores de administraciones anteriores, se ofrecieron a seguir trabajando de forma honorífica por puro amor al servicio público y al pueblo de Tlaxcala, ay ajá.
Algunos médicos, incluso solicitaban audiencias con la mandamás en turno, pare hacer patente su compromiso con el servicio público, cuando en realidad lo que buscaban era seguirse beneficiando de moches y dádivas.
Hoy se habla de que se ha permitido el ingreso de más proveedores, no tenemos el dato cierto de cuántos, pero los personeros de la empresa que controló durante tres décadas el abasto de medicamento, se movieron rápidamente azuzando al personal de Pensiones Civiles porque si no hacían algo, el bisne podría acabarse. Y se acabó. De ahí que se denunciara un mentado desabasto inexistente.
Pero algo es seguro, todos aquellos que ofrecieron sus servicios profesionales de forma honorífica, no vivían de su sueldo sino de las mochadas y los beneficios que habían adquirido mediante truculentos acuerdos con el proveedor anterior.
De igual modo, se habla que, derivado del cese de la antigua proveeduría que por cierto era carísima, se ha generado un ahorro que permitirá pagarle a jubilados y pensionados que durante los gobiernos de Mariano Gonzáles y Marco Mena fueron marginados y violentados, ya que durante sus administraciones no se les dio ni un peso de lo que por derecho les correspondía.