Investigadores de la UNAM han logrado obtener la patente
para un medicamento que protege al hígado de los pacientes con VIH/Sida ante
los potentes tratamientos que requieren.
Investigadores del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) formularon el nuevo químico
que tiene la capacidad de regresarle al hígado su cualidad regenerativa hasta
niveles normales.
La patente fue presentada por el médico Rolando Hernández
Muñoz y el químico Armando Butanda Ochoa, ambos de la UNAM.
Durante la presentación, los involucrados resaltaron que el
trabajo consistió en combinar diferentes concentraciones de zidovudina (AZT),
el medicamento más popular en el tratamiento contra el VIH/Sida, con adenosina
(ADO), compuesto que protege al hígado y lo ayuda a regenerarse aún con daños
producidos por cirrosis y otras enfermedades hepáticas.
Aunque no tienen el medicamento final, la combinación de
estos dos químicos fue exitosa y presupone un avance para la creación de una
fórmula efectiva para tratar los daños en el hígado que ocasionan los
antirretrovirales.
Sugerimos que podemos hacer una formulación farmacéutica
combinando el tratamiento de antirretrovirales como el AZT, junto con la
molécula ADO o un derivado de ésta, para no solamente proteger al hígado, sino
crear un tratamiento de primera adhesión para pacientes que no se tratan”, edetalló
Hernández Muñoz.
Los resultados de su experimento motivaron la obtención de
una patente para “Composición farmacéutica de adenosina y antirretrovirales
para el tratamiento de daño hepático”, la cual fue obtenida ante el Instituto
Mexicano de Protección Industrial (IMPI).
Una patente representa una protección legal a una invención,
en nuestro caso a una formulación. A partir de ahora estamos protegidos, aunque
no tenemos el medicamento final”, precisó Butanda en la conferencia.
En la etapa actual de la investigación, precisaron los
científicos, se requiere comenzar un protocolo en pacientes humanos, para lo
cual aún necesitan de la colaboración de alguna institución de salud.
Así, podrán realizar la transferencia tecnológica a alguna
empresa farmacéutica que se interese en comercializar el medicamento.