Lorenzo HERNÁNDEZ
Un grupo de ciudadanos, colectivos y familiares de víctimas recorrió el pasado jueves las calles de la capital tlaxcalteca para exigir justicia y denunciar la falta de avances en casos que, aseguran, han sido ignorados por las autoridades.
La movilización partió del antigua asta bandera de la Virgen y concluyó frente al Palacio de Gobierno, donde los participantes reclamaron respuestas a hechos recientes que han generado preocupación y enojo en la población.
Durante la marcha, se recordó el asesinato de Carlos Manzo, ex presidente municipal de Uruapan, Michoacán, cuyo caso continúa sin esclarecerse.
También se exigió justicia para los jóvenes Carlos Manuel y Carlos Abdiel, fallecidos el 19 de mayo en un accidente vial, y se denunciaron presuntas carpetas de investigación manipuladas, así como procesos judiciales estancados que mantienen en incertidumbre a varias familias.
Entre los testimonios, destacó el de la madre de una policía de San Pablo Apetatitlán que murió en cumplimiento de su deber y cuyos tres hijos quedaron en orfandad.
Su relato fue respaldado por consignas de apoyo y reclamos dirigidos al gobierno estatal por lo que los asistentes consideran omisiones y falta de compromiso en materia de seguridad.
En un posicionamiento colectivo, los manifestantes acusaron que en Tlaxcala prevalecen riesgos cotidianos para la ciudadanía, desde accidentes atribuibles a funcionarios presuntamente alcoholizados hasta desapariciones y amenazas.
Señalaron además la existencia de casos de trata de personas, carpetas fabricadas y libertades cuestionables otorgadas desde el sistema de justicia.
Con el puño en alto, exigieron seguridad, paz y una respuesta real del gobierno estatal, al que responsabilizaron de su sentir de abandono.