Por Georgina Ballesteros
Desechar la terna finalista por una propuesta inelegible para la designación del secretario ejecutivo del Sistema Anticorrupción del Estado de Tlaxcala ha evidenciado que de sistema lleva solo el nombre pues cada quien hace las cosas a su conveniencia y no como un todo.
La convocatoria emitida por el Comité de Participación Ciudadana resultará una tomada de pelo que muy probablemente desemboque en denuncias contra los integrantes del comité por haber vulnerado los derechos humanos de los participantes y más aún de los finalistas que fueron descartados de un legítimo derecho por sus errores al incorporar a una persona inelegible.
Se trata de Hilario Nicéforo Pérez García de quien se sospechaba había “línea” para apoyarlo al ser un funcionario importante de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. Para obtener los votos necesarios para su designación se falseó desde donde no se sabe su evaluación y lo colocaron con el mayor puntaje pese a no contar ni con la experiencia ni con los estudios especializados para el cargo ante el Comité coordinador, el cual está constituido por los representantes del Instituto de Acceso a la Información Pública, Consejo de la Judicatura y del Órgano de Fiscalización Superior, Tribunal de Justicia Administrativa, Secretaría de la Función Pública, Fiscala Anticorrupción y de la presidenta del comité ciudadano Lucero Romero Mora.
Ahora se sabe que se tendrá que reponer parte o todo el procedimiento lo cual evidencia improvisación al hacer las cosas al límite de fechas. Lo que se haga ya estará manchado porque pocos creerán en la veracidad de la convocatoria salvo que designen a alguien ajeno a las dependencias que integran el sistema o donde influyen sus representantes.
El comité ciudadano tiene la oportunidad de resistir a presiones y limpiar lo salpicado sino quiere ser acusado de vulnerar derechos y mostrar también que de ciudadano solo tiene el nombre pues opera como una dependencia más.