“Es una vergüenza nacional que en medio de una crisis hídrica el Senado rechace votar que el agua sea para el consumo humano de todos los chilenos”, sentenció el director de Greenpeace en el país sudamericano, Matías Asún.
La oficina en Chile de la organización conservacionista precisó que actualmente en la nación 56 comunas ostentan un decreto de escasez hídrica en la zona en donde habita más del 70 por ciento de la población.
Mientras que alrededor de 400 mil chilenos recibieron el vital líquido a través de camiones cisterna y casi el 50 por ciento de los municipios están contribuyendo de algún modo a la distribución de agua.
“Aun así el Senado rechaza la idea de legislar para priorizar a la población”, explica la organización con presencia a nivel mundial.
Recientemente la Sala del Senado en Chile rechazó con 24 votos a favor y 12 en contra la legislación relacionada con el proyecto de reforma constitucional que busca consagrar los recursos hídricos de la nación como un bien de uso público.
Al asegurar que este país se ubica en el puesto número 18 mundial en el ranking de riesgo de emergencia hídrica, el director de Greenpeace anotó que con esta resolución existe mayor protección al derecho de aprovechamiento de aguas y su carácter de propiedad privada.
“Este es un ejemplo clarificador de la necesidad de contar con una nueva constitución que permita que estos proyectos avancen. Hoy, aunque es una gran mayoría a favor, no obtuvo los dos tercios que exige la constitución actual, para seguir tramitando”, indicó Greenpeace Chile.
Agregó que esta legislación buscaría la consagración de que las aguas en cualquiera de sus estados son bienes nacionales de uso público, como ya se encuentra establecido en el código.
Este proyecto se encontraba desde 2008 en el Congreso, luego de 11 años se llevó a cabo la votación en el Senado para tratar el tema, sin embargo, no se lograron los “quorums constitucionales” necesarios y la iniciativa fue rechazada.