Cuando García Luna pretendió intimidar a Julio Scherer García

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- “No soy un delator”. Esta fue la respuesta que Julio Scherer García dio a las intenciones de Genaro García Luna de interrogarlo para que diera detalles de su encuentro con Ismael El Mayo Zambada publicado en la portada de la edición 1744 de Proceso el 3 de abril de 2010.

García Luna, para entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal en el gobierno de Felipe Calderón, en una plática informal que ofreció por esas mismas fechas a un grupo de periodistas invitados a las reuniones frecuentes que hacía en su búnker de Constituyentes, dijo que si por él fuera citaría a Julio Scherer a declarar e incluso llevarlo a la cárcel por entrevistarse con el integrante del Cártel de Sinaloa.

El fundador de Proceso había tenido un encuentro con el narcotraficante sinaloense en un punto serrano. La entrada de la publicación fue elocuente del trabajo periodístico de ese encuentro:

“Una expresión de Julio Scherer García ha quedado grabada con hierro candente, entre muchas otras, en quienes colaboramos con él. ‘Si el Diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…’”

En el mayor de los sigilos, bajo la exigencia de reserva absoluta que siempre respetó, el fundador de Proceso fue convocado a encontrarse con Ismael El Mayo Zambada.

“Tenía interés en conocerlo”, le dijo el capo del Cártel de Sinaloa, colega y compadre del Chapo Guzmán. En el encuentro, que terminó en puntos suspensivos, El Mayo Zambada dejó un reto: “Me pueden agarrar en cualquier momento… o nunca”.

La publicación de esa entrevista no agradó al gobierno de Felipe Calderón, menos aún gustó en las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP), encabezada por el ingeniero Genaro García Luna, encargado de la estrategia de la lucha contra el narcotráfico.

García Luna tenía por costumbre realizar reuniones informales en sus oficinas al poniente de la Ciudad de México con periodistas de varios medios. A veces eran encuentros individuales en su oficina y en otras ocasiones reuniones más amplias a las que asistían columnistas como Raymundo Riva Palacio, Carlos Loret, Ricardo Alemán y Francisco Garfias, entre otros. Los temas eran abiertos, pero relacionados con la seguridad pública.

En esa ocasión, abril del 2011, uno de los acontecimientos que salió a relucir y se le preguntó al funcionario fue qué pensaba de la entrevista de Julio Scherer con El Mayo Zambada, ante lo cual reaccionó enfático: interrogaría al periodista y si lo agarro en flagrancia, añadió, lo metería a la cárcel como a cualquier ciudadano.