Por Héctor A. Villalva
Después de lo ocurrido el pasado domingo negro, donde la percepción de seguridad se vio afectada, también debemos reconocer que la autoridad ha estado realizando su trabajo, y muestra de ello son las publicaciones en redes de autoridades y ciudadanos donde dan cuenta de que, haciendo un buen uso de los canales para denunciar ilícitos, se pueden atender de forma rápida y eficaz.
Lo anterior es un llamado para las autoridades, para redoblar los esfuerzos, porque, aunque la incidencia delictiva en nuestro estado sea relativamente baja, se debe trabajar para lograr la menor incidencia posible, y del mismo modo, es un llamado para los ciudadanos, para entender el valor de la denuncia y su buen uso.
El día de ayer, la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, mostraba en un vídeo cómo fue la detención de un presunto responsable de robo de un camión de carga, y todo gracias a un reporte hecho al número de emergencias 911. Vídeos de internautas que presenciaron la detención comenzaron a circular por la red, acompañados de mensajes reconociendo la labor policial y de vigilancia por parte del estado.
Lo anterior debe recordarnos que el estado hace lo posible para garantizar seguridad entre sus habitantes, pero nuestro compromiso es el denunciar. Durante los últimos meses, hemos visto en redes sociales de dependencias de seguridad, el trabajo coordinado que realizan y la importancia de la cultura de la denuncia.
Después del domingo, la cosa cambió, algunos fatalistas auguraban una situación peor para el futuro de Tlaxcala, pero lo cierto es que las autoridades estatales y federales han estado haciendo su parte, los ciudadanos hemos estando haciendo lo que nos toca, lo que nos lleva a preguntarnos qué están haciendo los otros dos poderes del Estado y los alcaldes, en cuanto a sus obligaciones y responsabilidades durante todo el proceso.
Es cierto, lo del día domingo no puede negarse, ni taparse con un solo dedo, pero lo que se ha estado haciendo en materia de seguridad, tampoco puede y no debe negarse, porque lo justo es reconocer que todavía hay mucho camino por recorrer, pero el plan maestro ya está en marcha.