Días de furia – la innegable realidad

Por Héctor A. Villalva

El pasado fin de semana fue de fiesta para algunos, y de terror para otros. Una situación que difícilmente se veía en Tlaxcala, sucedió. El pasado domingo fue un día negro en la historia de nuestra entidad. La aparición de tres cadáveres en nuestro estado, nos puso en alerta, y mientras las autoridades trabajaban en el esclarecimiento de los hechos, por la noche, sucedió un ataque a balazos a personas que se encontraban en un “centro nocturno”.

Recién el pasado viernes, venció en término dado a los alcaldes para capacitar y certificar a sus policías, y eso mucho tiene que ver con la prevención y atención de situaciones como las ocurridas el día domingo, porque si no tenemos elementos que cuenten con las certificaciones para hacer bien su trabajo, podrán seguir ocurriendo situaciones penosas y terroríficas como las ya mencionadas.

Las autoridades estatales han emprendido esfuerzos significativos para trabajar no sólo para mejorar la percepción de seguridad, sino también para disminuir la incidencia delictiva, pero situaciones como las del domingo poco ayudan con ello.

Sin duda alguna, el trabajo coordinado entre órdenes de gobierno será fundamental para recuperar todo lo perdido el pasado domingo, pero mientras los alcaldes muestren poco interés en mejorar las condiciones de seguridad en sus municipios, lo que realiza la federación y el estado, no será suficiente.

Una pena lo ocurrido el pasado domingo, nos recuerda que, aunque ya se trabaje en ese sentido, todavía hay mucho por hacer, todavía hay muchas estrategias que implementar. Hay que cuidarse y cuidar a quienes nos rodean, ya que a los alcaldes como primeros respondientes, poco o nada les interesa. En cuanto al gobierno estatal y el federal, seguiremos esperando mejores resultados.