Por Héctor A. Villalva
Este fin de semana pasado, un excomandante que trabajó en la administración priista fue detenido por elementos de la Procuraduría General del Estado (PGJE), se le acusa entre otros delitos por usurpación de funciones.
A los detractores se les olvidó mencionar un pequeñito detalle cuando anunciaron la detención, que este ex comandante estaba al mando de los gobiernos pasados, donde se permitía la corrupción, el secuestro, el chantaje, la tortura, el tráfico de influencias, y los fraudes, entre otras linduras que hoy en esta nueva historia no se permiten y se han empezado a desterrar.
El flamante comandante laboró hasta enero del 2021, es decir, llevaba poco más de un año ostentándose como policía de la PGJE, a pesar de que ya había sido dado de baja. El famosísimo comandante “Paredes” será investigado para que aclare el por qué usurpaba funciones y quién estaba detrás de su actuar.
Es un deber y obligación de las autoridades actuales limpiar a las corporaciones policíacas de delincuentes infiltrados un tema al que pocos gobiernos quisieron entrarle. Los guardianes del orden deben estar concentrados en cuidar de los pobladores y de aquellos que padecen los estragos de la violencia.
Hoy podemos observar que se detienen tanto a militares, a excomandantes o ex policías, pues para este gobierno, el que violenta la ley, y agrede a los ciudadanos debe pagar; el mensaje es claro para todos los que quieran forzar la ley, lo que les espera es la cárcel, y que paguen su condena.
La confianza en la policía es un aspecto fundamental para la vida social y la democracia, y necesaria para sostener las relaciones que surgen entre los individuos y las instituciones. La confianza, señalan los expertos, es muy importante para el adecuado funcionamiento del sistema de justicia criminal.
Poco a poco se están limpiando las corporaciones policiacas y toca también a los gobiernos municipales realizar este trabajo, de no permitir que sus elementos de seguridad caigan en corrupción, ha costado mucho trabajo desterrarla por lo tanto ya no se debe dar un paso atrás, por el bien de la sociedad en general.