Por Héctor A. Villalva
Los que quieran maquinar que el problema de los normalistas es exclusivo de Tlaxcala, una de dos, o intentan desinformar a la población o son ignorantes del tema.
En conferencia de prensa estudiantes encapuchadas, y vestidas de color negro, de la Normal Rural Lic. Benito Juárez, que se encuentra ubicada en el municipio de Panotla, mencionaron que en estos días han sido víctimas de actos de hostigamiento y represión por parte de las autoridades, sólo por exigir sus derechos.
Abundaron que policías estatales ya les dijeron que van a repetir en Tlaxcala el 2 de octubre, además de que les han sido borradas sus redes sociales, y a muchas de ellas las acosan sexualmente.
Si usted escucha la conferencia de prensa, se dará cuenta que nada de lo que ahí mencionaron es verdad, sus dichos estuvieron repletos de falsedades, y si no fuera así entonces porqué no levantan la denuncia en contra de quiénes resulten responsables…eso jamás pasará ya que lo que narran dista mucho de la realidad.
Además de que omitieron datos como el secuestro de cuatro camiones del transporte público, el robo de Diésel que transportaba una pipa perteneciente a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la sustracción de un radio de comunicación de una patrulla de seguridad.
Todo ello lo hicieron armados y armadas con piedras, palos, varillas, y palos envueltos de alambre con púas, con los cuales amedrentaron a los que por ahí pasaban, sólo para cumplir su capricho de destituir a la directora del plantel educativo, Nadia Minor Ferra, a quien acusan sin ninguna prueba de estar sustrayendo dinero de la Normal para beneficio propio.
Esta historia no es nueva, que muchos quieran agarrarla como pretexto para denostar el trabajo que realiza el gobierno es una cuestión, pero estos episodios se viven cada año, cada sexenio; las normalistas utilizan la bandera de estudiantes para vandalizar y afectar la vida de terceros.
Y no sólo es en Tlaxcala, si usted revisa los medios de comunicación se dará cuenta que es el mismo modus operandi que llevan a cabo en otros estados para chantajear al gobierno y la sociedad, desde la pinta de edificios históricos hasta el secuestro de autobuses.
En nuestro país subsisten 15 escuelas normales rurales, que inscriben su proyecto educativo en cinco ejes, el académico, productivo, deportivo, culturar y político, mismos que no ponen en práctica.
El pasado 4 de octubre, estas mismas estudiantes que hoy se dicen agredidas y reclaman un trato justo fueron evidenciadas ingiriendo bebidas embriagantes en su plantel, pues mientras se mantienen en paro, el tiempo lo aprovechan para emborracharse, irse de pinta, y asistir a los centros botaneros que se encuentran en la región.
Son los mismos pobladores quienes han denunciado sus conductas, y los que piden el cierre de su escuela, ya que “su conducta deja mucho que desear”.
Según son ellas el futuro de la educación, las bases que conformarán los cimientos de la sociedad, y lo único que han demostrado es el vandalismo y las mentiras.
Durante la conferencia de prensa una de las encapuchadas dijo que ellas están para “Transformar la educación a favor de la comunidad”, y preguntó, lo piensan realizar secuestrando el transporte, o cerrando las autopistas, y amedrentando a las personas…estas jóvenes deberían replantear sus códigos de conducta.