El otro lado del Día de Reyes

Demian MÁRQUEZ

En Tlaxcala, pese a que miles de niñas y niños celebraron este lunes el Día de Reyes, una de las tradiciones más esperadas por los infantes en todo el país, no todos tuvieron la misma posibilidad.

Según datos de la Secretaría de Salud del Estado de Tlaxcala (Sesa), alrededor de 300 menores se encuentran en las calles de la entidad, sobreviviendo en condiciones precarias, sin acceso a lo más básico, como alimento, ropa adecuada y, por supuesto, sin la posibilidad de disfrutar de los obsequios que la mayoría de los niños en el estado recibieron durante esta fecha.

La situación de estos menores es alarmante, ya que la mayoría enfrenta una vida de vulnerabilidad extrema debido a la pobreza, la violencia familiar y la migración forzada.

De acuerdo con la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Tlaxcala (CEDH), el 70% de estos niños, proviene de familias que enfrentan altos niveles de marginación y violencia, lo que los lleva a vivir en las calles, donde deben enfrentar diariamente riesgos de abuso, explotación laboral y sexual.

En muchos casos, estos niños no tienen un hogar donde recibir apoyo emocional ni físico, ni mucho menos la oportunidad de vivir un Día de Reyes lleno de alegría y esperanza.

Según la Red de Apoyo a la Infancia de Tlaxcala, el 60% de estos niños padece enfermedades respiratorias y gastrointestinales debido a las condiciones insalubres en las que viven, lo que les impide incluso disfrutar de los pequeños momentos de alegría que deberían ser parte de su infancia.

Mientras que el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) estimó que factores como la pobreza y la ocupación infantil no permitida llevarían a que cerca de 20 mil infantes se encuentren en esa condición en Tlaxcala.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los menores en situación de calle son aquellas personas que se encuentran en alto riesgo en las zonas urbanas, aunque no todas hayan sido abandonadas o vivan en la calle.

De los cuales, un 75 por ciento están en esta problemática, y que se caracterizan por trabajar en la calle, pero mantienen un vínculo cercano con sus familias y sus hogares, mientras que el otro 25 por ciento, son aquellas que se encuentran sin hogar y que, en algunos casos, han sufrido el abandono de sus familias o por las circunstancias de violencia que viven deciden irse por sí mismos.

Mientras tanto, el Día de Reyes, una fecha cargada de ilusión para muchos, pasó desapercibido para estos niños, quienes, más que regalos, necesitan un cambio real en sus condiciones de vida.

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