Durante su estancia en México, el salsero Rubén Blades se dio tiempo para visitar a la comunidad de una secundaria ubicada en el famoso Barrio de Tepito.
Previo a una charla que el cantautor panameño tuvo con adolescentes y algunos padres de éstos, en la secundaria de Tepito, se proyectó el documental “Yo no me llamo Rubén”, en el que se aprecian pasajes de su vida para luego platicar con los presentes sobre algunos conceptos de su filosofía.
Los muchachos me hicieron preguntas excelentes, y las edades eran de los ocho hasta los 14 años. Creo que fue espectacular, me gusta mucho porque aprendo también mucho de ellos”, compartió Rúben Blades.
El panameño, autor del célebre tema “Pedro Navajas”, dijo a los chicos que el equivocarse no debe definir sus vidas, y recordó en la secundaria de Tepito que en su etapa de estudiante enfrentó momentos difíciles, tal y como les pasa a ellos.
Cuando estuve en la escuela fracase en tres materias: matemáticas, música y educación artística, y les decía, 17 Grammys más tarde, que no tienen que sentir que si fracasan ya se les acabó la vida, ésas son lecciones, en mi caso yo también tuve participación, creo que fracasé porque el profesor o la profesora no me caían bien, también yo puse de mi parte, los fracasos no son finales, uno aprende y lo importante no era caernos y no levantarnos, te caes, te levantas”, añadió con el humor que le caracteriza.
Reconoció que no supo dar una respuesta exacta a una niña que le preguntó su definición de éxito: “Yo le dije que no sabía, pero sí le puede dar una sobre el fracaso, porque el éxito es muy difícil de explicar, el éxito está lleno de fracasos, de fallos, desilusiones”.
Rúben Blades también recordó ante su audiencia en la secundaria de Tepito algunos de los conceptos de su abuela: “Tepito y mi experiencia no son muy diferentes”.
Yo le pregunté una vez a mi abuela por qué esas personas tienen un carro y nosotros no, o el otro come helado a cualquier hora y uno no, éste tiene una televisión y éste no. Y además le pregunté: ‘¿Nosotros somos pobres?’, y ella me dijo: ‘No, nosotros no somos pobres, lo que pasa es que no tenemos dinero’. Y le regresé: ‘¿Y eso no es lo mismo?’; y me dijo: ‘No, eso no es lo mismo: ser pobre es no tener espíritu, ser pobre es ser bruto y no tener nada encima de la cabeza'”.
En su encuentro, Rúben Blades habló de la importancia que tiene para él la música: “hay que cantarle a las cosas que nos hacen humanos, a la solidaridad, a las posibilidades de denunciar las cosas que están mal, hay que cantarle a la gente que se cree sola”.
Las crónicas de la ciudad es lo que voy a seguir haciendo, yo sigo observando y sigo escribiendo sobre lo que considero que tengo que escribir”.