En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no debe espantarnos la confrontación de ideas porque esa es la virtud que nos hace diferentes a partidos o grupos sometidos a doctrinas celosas con el ejercicio del libre pensamiento.
Sin dogmas y sin opresión tenemos el infinito campo del diálogo para dirimir diferencias, y también para señalar prácticas engañosas, opuestas a la democracia.
Para lograrlo nos debe mover la unidad en los temas que nos apuntalan y nos son comunes. En ellos se encuentra la claridad ideológica para enfrentar al verdadero enemigo de México y de los mexicanos, que es esa insistencia de la derecha y la ultraderecha por sembrar un discurso de odio en contra de los grandes cambios conseguidos por la Cuarta Transformación (4T).
Esos, los enemigos ideológicos de México, también lo son de Morena.
Pero entre nosotros, los morenistas no debe haber temor a señalar nuestras faltas cuando las haya. Hacerlo nos hace mejores y abona a la unidad en los principios de un partido que se prepara para triunfar en el proceso electoral de junio de 2021.
Hemos evidenciado discursos que allanan las funciones exclusivas de la delegada del CEN, Xochitl Zagal y al mismo tiempo incurren en una promoción personal.
Y también lo hicimos con una intensa despedida de una funcionaria que promueve su imagen aprovechando la sinergia de los programas sociales del Gobierno Federal.
Es parte de la autocrítica en Morena Tlaxcala , cuyos efectos inmediatos marcan la diferencia con otras propuestas, basadas en simulaciones y regresión.
Esta debe ser la actitud de quienes integramos un movimiento en unidad, pero dirimen sus diferencias sin temores.