Tras el anuncio de que Google rompería sus negocios con la
firma china Huawei, la marca en México publicó un comunicado en el cual se
asegura a todos sus usuarios que las actualizaciones de seguridad continuarían
llegando a sus teléfonos inteligentes.
En la breve misiva, Huawei asegura que las actualizaciones
de seguridad y servicios post venta de todos sus productos existentes (tabletas
y smartphones) seguirán llegando a sus dispositivos.
Lo que cambiará con el veto de Google es que las
actualizaciones de sistema operativo dejarán de llegar a los aparatos móviles
Huawei y que la única manera en que las novedades de un eventual Android Q (la
siguiente versión de este ecosistema) sean aprovechadas en un teléfono de esta
marca, será a través de la versión de código abierto de este, conocida también
como AOSP (Android Open Source Project), una versión de Android disponible para
todo el público.
En China, Huawei tiene todas las herramientas para
contrarrestar esta decisión, ya que sus usuarios no usan los servicios de
Google sin los que los usuarios occidentales no pueden imaginar la vida digital
(YouTube, Gmail, Calendar, Maps, Fotos, por poner algunos ejemplos), pero en
occidente la historia es otra.
En esta parte del mundo en la que Google domina con todos
los servicios antes mencionados, Huawei deberá crear alternativas atractivas
para los usuarios, así como una plataforma basada en AOSP que funcione bajo la
robusta cara digital de la ya conocida interfaz EMUI con la que los teléfonos y
tabletas Android llevan trabajando desde hace años.
Huawei aseguró en su comunicado que continuará “construyendo
un ecosistema de software seguro y sustentable que ofrezca la mejor experiencia
a todos los usuarios”. El reto es grande, pero esta firma tiene el músculo
financiero y el expertise necesario para, no solo adaptar el ecosistema AOSP a
sus próximos terminales, sino, de ser necesario, desarrollar un ecosistema
entero que satisfaga completamente a todos sus usuarios.