La “zona muerta” del Golfo de México, donde el agua tiene
tan poco oxígeno que no puede mantener vida marina, se acercará pronto a
niveles récord, según previsiones de los científicos publicadas el lunes.
“Un factor importante que contribuye este año a la gran zona
muerta es la gran cantidad de lluvia de primavera, por encima de lo normal, en
muchas partes de la cuenca del río Mississippi”, indicó en una nota de prensa
la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en
inglés). Eso produjo un caudal récord que arrastra gran cantidad de
fertilizantes y otros nutrientes río abajo, señaló.
Los nutrientes provocan una proliferación de algas, que
después mueren y se descomponen en el lecho marino, consumiendo oxígeno desde
el fondo en una región a lo largo de las costas de Luisiana y Texas.
Es probable que la zona hipóxica, o de bajo oxígeno, alcance
unos 20.200 kilómetros cuadrados (7.800 millas cuadradas), casi el tamaño de
Eslovenia y de toda la superficie de Massachusetts, indicó la NOAA.
Por su parte, un equipo de expertos con sede en Luisiana
estimó un área de 22.560 kilómetros cuadrados (8.700 millas cuadradas).
El fenómeno se medirá en julio durante una travesía anual
dirigida por Nancy Rabalais, del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana.
El récord establecido en 2017 es de 22.700 kilómetros
cuadrados (8.776 millas cuadradas).
Los científicos ya habían adelantado que las inundaciones
generalizadas hacían más probable que la zona muerta alcanzara una gran
extensión.
Un equipo formado por agencias federales, estatales y tribales
de 12 de los 31 estados en la cuenca del Mississippi fijó hace casi dos décadas
un objetivo de reducir la zona muerta de su tamaño medio de unos 15.000
kilómetros cuadrados a una media de 4.900 (de 5.800 a 1.900 millas cuadradas).
“Aunque la zona este año será más grande de lo normal debido
a las inundaciones, la tendencia a largo plazo no cambia”, indicó en una nota
de prensa el ecólogo acuático de la Universidad de Michigan Don Scavia,
profesor emérito de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad. “La
conclusión es que nunca alcanzaremos el objetivo de reducción de la zona muerta
a 1.900 millas cuadradas hasta que se tomen medidas más serias para reducir la
pérdida de fertilizantes del centro-norte del país al sistema del río
Mississippi”.
Rabalais lleva midiendo la zona hipóxica desde 1985.
Las tormentas previas al crucero del año pasado redujeron la
zona afectada a unos 7.040 kilómetros cuadrados (unas 2.720 millas cuadradas),
aproximadamente el 40% del tamaño medio estimado y una de las mediciones más
pequeñas registradas.