Agrupados en el Movimiento Médico Nacional, trabajadores del sector salud llaman la atención sobre sus precarias condiciones de trabajo y contradicen el discurso oficial, que habla de falta de profesionales de la medicina: hay más que suficientes, pero lo que no hay son fuentes dignas o seguras de trabajo, dicen a este semanario varios de ellos. Y aun así, el gobierno anuncia la creación de una Universidad de la Salud en la Ciudad de México. El fin del Seguro Popular y la creación del Insabi, además, le da la puntilla a un gran número de médicos que ahora mismo están en un limbo laboral.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La muerte del Seguro Popular y el nacimiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) el pasado 1 de enero dieron pie a un movimiento de batas blancas: médicos y trabajadores del sector que no tienen base y algunos ni seguridad social, y quienes exigen que sus derechos laborales sean previstos en la transformación del sistema de salud que pretende el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2004, en el sexenio de Vicente Fox, con la creación del Seguro Popular comenzó la precarización laboral de ese sector. Ahora con el cambio de modelo, este movimiento médico –con la consigna ¡Justicia e Igualdad Laboral, Bases para Todos!–, demanda que el Insabi corrija los daños laborales que les ocasionó el sistema anterior.
El pasado 29 de enero el doctor Gabriel Pérez, de la unidad de niños quemados del Hospital Pediátrico Tacubaya, subcontratado desde hace cinco años y, por lo tanto, sin todas las prestaciones de ley, se unió a la protesta de decenas de trabajadores de la Secretaría de Salud federal y secretarías estatales afuera de Palacio Nacional, con el lema: “¡Bases para todos ya!”.
“Los médicos no estamos siendo tomados en cuenta en la reforma al sistema de salud. Esa reestructura estará incompleta si no incluye a quienes recetamos, a quienes vemos a los pacientes. Si no incluye a los trabajadores, estará destinada al fracaso”, sentencia Pérez en entrevista.
Ese día él y otros médicos, enfermeras y trabajadores sociales entregaron un pliego petitorio a la Presidencia de la República y a la Secretaría de Salud para solicitar una mesa de diálogo con las autoridades y un censo nacional para la basificación del ciento por ciento del personal de las instituciones de salud, que incluya a trabajadores regularizados, formalizados, que cumplen suplencias e interinatos prolongados y no sólo a los contratados por honorarios.
“No nos vamos a detener hasta conseguir nuestros derechos laborales. La lucha es por la salud de la población, porque no merece médicos desgastados, cansados, que tienen dos trabajos, sin dormir. Los hospitales hoy en día son comercios ambulantes… los compañeros y compañeras tienen que vender pinturas, comida, ropa, de todo”, cuenta el pediatra.