México lanzó una contraofensiva ante la amenaza de aranceles del presidente Donald Trump, y advirtió que éstos no sólo dañarían las economías de ambos países, sino que también causarían que otros 250,000 centroamericanos migraran hacia el norte.
Una delegación de alto nivel del gobierno mexicano sostuvo una conferencia de prensa en su embajada en Washington para hablar sobre la amenaza de Trump de aplicar un arancel de 5% a las importaciones mexicanas a partir del 10 de junio.
No está claro qué más pueda hacer México para satisfacer al presidente, y si eso será suficiente.
“Como muestra de buena voluntad, México debería frenar de inmediato el flujo de personas y drogas por su país y hacia nuestra frontera sur. ¡Pueden hacerlo si quisieran!”, tuiteó Trump el lunes desde Londres.
Los aliados republicanos de Trump advierten que los aranceles a las importaciones desde México afectarán a los consumidores estadounidenses y perjudicarán la economía.
El presidente prácticamente provocó a los negociadores a alcanzar una rápida resolución. “México envía una enorme delegación para hablar sobre la frontera”, tuiteó Trump el domingo. “El problema es que llevan 25 años `hablando’. Queremos acciones, no palabras”.
Pero el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, respondió el lunes que “la mejor manera de lograrlo” es colaborando.
México señaló que sólo tomará ciertas medidas para evitar los aranceles, y descartó por completo un acuerdo de “tercer país seguro” que requeriría que los solicitantes de asilo pidan primero refugio en México.
La embajadora en Estados Unidos, Martha Bárcena, dijo que “hay un límite claro a lo que podemos negociar, y el límite es la dignidad de México”.
Bárcena dijo que México ha tomado medidas para ofrecerles visas en el país a los migrantes, y que “sin la ayuda de México, un cuarto de millón de migrantes adicionales podría llegar a la frontera de Estados Unidos en 2019”.
La embajadora señaló que México ha acogido a 8,835 migrantes que fueron devueltos y que ahora esperan en el país la fecha de sus audiencias de asilo en las cortes de Estados Unidos.
La secretaria de Economía de México, Graciela Márquez, planea negociar con el secretario de Comercio, Wilbur Ross. Las delegaciones, que encabezan el secretario de Estado Mike Pompeo y Ebrard también sostendrán un encuentro en Washington.
Márquez dijo a los reporteros que su equipo evalúa las posibles represalias en caso de que las labores diplomáticas no den resultado esta semana. “Tendríamos que hacer un planteamiento estratégico para tomar en cuenta los muchos aspectos de esta relación comercial”, comentó.
El comercio agrícola entre ambas naciones tuvo un valor de 130 millones de dólares diarios el año pasado, según el secretario de Agricultura de México, Víctor Villalobos. Un arancel del 5% reduciría la cifra en 3.8 millones de dólares al día, destacó.
Trump ha estado antes en esta situación, en la que lanza fuertes amenazas, sólo para retractarse a la hora cero.
El mandatario estadounidense afirma que México se ha aprovechado de Estados Unidos durante décadas, pero que el abuso terminará con los aranceles a las importaciones mexicanas. Su frustración con el flujo de migrantes no es nada nuevo, pero es un tema al que a menudo regresa, como sucedió la semana pasada después de que el fiscal especial Robert Mueller hiciera una inusual declaración pública sobre su reporte Trump-Rusia.