A pesar de que la Comisión Ambiental de la Megalópolis
(CAMe) ha insistido en que se deben suspender las actividades de combustión,
por ejemplo, la cocción de ladrillo, cerámica y fundición en hornos
artesanales, las tabiqueras de la zona de Chalco, en el Estado de México, no
han detenido sus actividades.
-Estamos en contingencia ambiental ¿por qué están quemando?
“Lo que pasa es que los horneros, el cocimiento del tabique
tarda de cinco a seis días, entonces antes de que fue la contingencia los
hornos que están quemando ya estaban quemando, entonces ya bajaron su ritmo
hasta lo más posible, sólo en pocos momentos le están atizando”, apuntó Ruffo
Lozada Arenas, tabiquero.
En San Martín Cuautlalpan, en Chalco, Estado de México, hay
al menos 120 hornos activos desde los que se levantan altas columnas de humo
negro.
Durante las 24 horas que dura la cocción de tabiques, los
hornos son alimentados con la madera y aserrín, que emiten hollín, monóxido de
carbono y otros contaminantes.
“Igual se ve la humareda y creen que son llantas y no lo
están viendo. Mire, Puebla, Ixtapaluca y otros queman con otro tipo de material
y ese sí es contaminante”, indicó Ruffo Lozada, tabiquero.
Los tabiqueros defienden su actividad. Dicen que es la
principal fuente de sustento para muchas personas de esta zona marginada del
oriente del Valle de México.
“Nosotros estamos haciendo lo posible, no podemos dejar de
comer”, comentó Ruffo Lozada, tabiquero.
Los tabiqueros aseguran que no tienen una norma específica
que controle las emisiones de contaminantes en el proceso de fabricación. Y
dicen que a través del instituto nacional de ecología y cambio climático les
han prometido alternativas para el quemado, lo que hasta ahora no ha sucedido.
“Necesitamos ayuda del gobierno federal, estatal y
principalmente del municipal, aunque el presidente ha estado preocupado por
nosotros, Ecología creo que le ha faltado un poquito”, comentó Ruffo Lozada,
tabiquero.