El ataque en el interior de una vivienda lo perpetró un
adolescente cargado de explosivos
Al menos 7 personas murieron y otras 20 resultaron heridas
después de que un niño cargado de explosivos se inmoló en una localidad del
este de Afganistán durante la boda de un sobrino de un importante miliciano
local, que figura entre los fallecidos.
El atentado se produjo a primera hora de la mañana en el
distrito de Pachir-Aw-Agam, en la provincia de Nangarhar, y “según la
información inicial” el número de muertos asciende a 7, incluido el suicida, y
el de heridos a 20, afirmó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.
El ataque en el interior de una vivienda lo perpetró un
adolescente cargado de explosivos y el objetivo era Hajji Turkhan, comandante
de una milicia local que combate a la insurgencia, anotó el portavoz.
El comandante, que asistía a la boda de su sobrino, se
encuentra entre los fallecidos, concluyó Khogyanai.
El atentado aún no ha sido reivindicado y los talibanes
negaron su participación, de acuerdo con un mensaje en la red social Twitter
del portavoz talibán Zabihullah Mujahid, que subrayó que sus militantes no
tienen “nada que ver” con lo sucedido.
En la provincia de Nangarhar se encuentra el principal
bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que suele estar detrás de
atentados suicidas con víctimas civiles.
Los sucesos relacionados con bodas se han sucedido durante
los últimos años en Afganistán, aunque en la mayoría de los casos las muertes
se produjeron por la detonación de explosivos colocados en carreteras o errores
de las fuerzas de seguridad, al bombardear las congregaciones creyendo que se
trataba de reuniones de insurgentes.
Uno de los mayores atentados en el país durante una boda se
produjo en 2010, cuando un atacante suicida detonó los explosivos que portaba
en una ceremonia en la provincia meridional de Kandahar, causando al menos 40
muertos y casi un centenar de heridos.