Lorenzo HERNÁNDEZ
Luego que la presidenta del Poder Judicial, Anel Bañuelos, presentó la apertura de un nuevo Juzgado de Exhortos, su discurso dejó más dudas que certezas, al eludir temas clave como la transparencia en la actuación de jueces y las sanciones a servidores públicos por malas prácticas.
Durante una entrevista, reconoció la suspensión de dos jueces por presuntas faltas administrativas, aunque evitó detallar las causas, los nombres y las medidas correctivas adoptadas.
También admitió que otros miembros del personal judicial han sido sancionados, pero sin claridad sobre la frecuencia, la gravedad ni el seguimiento institucional.
Pese a hablar de modernización y planeación presupuestal, la titular del Poder Judicial omitió explicar cómo se enfrenta la corrupción interna o qué acciones concretas se están tomando para recuperar la confianza ciudadana en la impartición de justicia.
En un contexto donde la opacidad sigue marcando a muchas instituciones en Tlaxcala, el Poder Judicial no puede limitarse a inaugurar oficinas sin responder con seriedad a los cuestionamientos sobre su actuar.