Una perrita fue sacrificada en Chesterfield, Virginia, para
cumplir con la voluntad de su difunta dueña. La mascota luego fue cremada y
enterrada con ella.
CNN reporta que ‘Emma’ era una perra de raza Shih Tzu que no
padecía ninguna enfermedad. Cuando murió su dueña a inicios de marzo, la
mascota fue trasladada a un refugio de animales, donde estuvo viviendo por dos
semanas.
Carrie Jones, gerente de Chesterfield Animal Services, hizo
lo que pudo por convencer al albacea de mantener al perro con vida:
Sugerimos que podían transferir la posesión del perro en
numerosas ocasiones, porque era un perro que hubiera podido encontrar otro
hogar con mucha facilidad.
Sin embargo, el 22 de marzo, cuando se presentó el albacea
para recoger a la perrita, éste volvió a rechazar la propuesta del refugio.
La perrita fue llevada a una clínica veterinaria para ser
sacrificada. El cuerpo luego fue trasladado a Richmond, a un centro crematorio
para mascotas.
Una vez que las cenizas fueron depositadas en una urna, ésta
fue enviada al encargado del patrimonio de la mujer difunta.
No todos los estados en Estados Unidos permiten que una
persona sea enterrada con su mascota.