El cine indigenista empieza a tomar una importante relevancia en la lucha por los derechos de los pueblos originarios del país, al exhibir problemas que les aquejan como el despojo de sus tierras y el impacto del cambio climático en sus comunidades.
Así lo consideró el productor de cine y activista de la asociación civil Tierra Nativa, Randall Gingrich, quien estuvo en esta ciudad para proyectar su obra “Divisadero” en la sala Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya de esta ciudad.
En entrevista para Notimex, precisó que en los últimos años, el cine de corte y tema indigenista México ha vivido un desarrollo muy importante de la mano de una gran cantidad cineastas profesionales y aficionados, así como de colectivos y de miembros de las propias comunidades originarias.
“Aunque no con los recursos tecnológicos y económicos del cine comercial, creo que los filmes con temática indígena se han empezado a volver muy atractivos, por lo que tiene que contarnos, y por lo que hace para que la gente tome conciencia de los problemas e injusticias que aún enfrentan”, precisó.
De tal manera que este crecimiento puede calificarse como algo “impresionante” de donde han salido grandes trabajos fílmicos, muchos de los cuales han sido desarrollados incluso por comunidades mayas de Yucatán y Quintana Roo.
Comentó que “Divisadero” es un trabajo que habla del despojo del que han sido víctimas varias familias rarámuris de la mano de autoridades agrarias corruptas y de los grandes capitales turísticos que tienen intereses en la zona conocida como Barranca del Cobre el Chihuahua.
El trabajo fue galardonado en el Festival de Cine Indígena de Morelia, porque deja al descubierto y documenta claramente cómo se colude el poder político y económico para despojar de sus tierras a los pueblos indígenas.
Como este han surgido muchos otros trabajos que denuncian otros problemas que amenazan la identidad de los pueblos originarios como la migración, la devastación de las selvas y bosques, y los efectos que ha causado el cambio climático en la sustentabilidad alimentaria de estos pueblos, entre muchos otros temas, añadió.
“Divisadero” fue exhibida como parte de los trabajos seleccionados por los organizadores del Festival de Cine y Video Kayché Tejidos Visuales (Autogestión y Soberanía Alimentaria), iniciativa que durante casi 10 años ha impulsado la creación y desarrollo de trabajos de corte indigenista.