Los dos heridos por el flamazo en una gasolinera en
Ahuacatlán, Querétaro, se recuperan de las quemaduras que sufrieron.
Lo ocurrido deja una lección sobre lo que puede pasar por el
uso de garrafones para transportar gasolina.
El 14 de mayo, el padre de la menor accidentada llenaba los
bidones de combustible en una gasolinera en Ahuacatlán, municipio de Pinal de
amoles, Querétaro, cuando ocurrió el flamazo.
Ante el desconcierto, el hombre sacó la manguera de donde
aún salía gasolina, lo que aumentó el fuego. Los trabajadores de la estación reaccionaron.
“Ese día fue un llamado de atención para nosotros como
operadores como para los clientes, de que si existen las indicaciones en cada
uno de las estaciones hay que respetarlas”, comentó un trabajador de la
gasolinera en Ahuacatlán, Querétaro.
De acuerdo con protección civil estatal, el flamazo pudo ser
causado por la fricción y una carga estática de la ropa.
El papá y la niña, de siete años, fueron llevados al
hospital general de Jalpan de Serra por quemaduras de primer y segundo
grado. Los dos están fuera de peligro.
“Afortunadamente los trajeron rápido al hospital, el
hospital tiene lo necesario para brindarles la atención, y pues ahorita la niña
está milagrosamente bien y esperemos que en los próximos días pueda ser
egresada”, dijo Enrique Lara, Médico del hospital de Jalpan.