El
presidente Donald Trump pidió hoy a migrantes “no venir” si no les gustan los
centros de detención en Estados Unidos.
“Si
los inmigrantes ilegales no están contentos con las condiciones en los centros
de detención construidos o reacondicionados rápidamente, díganles que no
vengan. ¡Problema resuelto!”
El
comentario de Trump llega un día después de que el Departamento de Seguridad
Nacional (DHS) advirtiera del “peligroso hacinamiento” en estos centros, en los
que se alberga a miles de migrantes que buscan permanecer en Estados Unidos, la
mayoría para escapar de la violencia y la pobreza de sus lugares de partida en
Centroamérica.
No
solo el DHS advirtió de las condiciones en estos centros de detención. Un grupo
de congresistas demócratas visitó el lunes dos albergues y denunció
hacinamientos en celdas sin agua corriente, y falta de acceso de niños y
adultos a medicinas y restricciones para ducharse hasta durante más de dos
semanas.
Estas
denuncias aumentaron la presión sobre la administración Trump para que cierre
estos centros y libere a los migrantes.
La
oficina de la inspectora general del DHS publicó el martes su último informe
sobre instalaciones y campamentos para los cientos de miles de migrantes que
han cruzado la frontera desde México en los últimos meses, la mayoría de ellos
en familias.
La
inspectora general interina del DHS, Jennifer Costello, urgió al departamento,
encargado de la seguridad en la frontera, a “tomar medidas inmediatas para
aliviar el hacinamiento peligroso y la detención prolongada de niños y adultos
en el Valle del Río Bravo”.
El
informe incluye imágenes tomadas en varios centros de detención de Texas, que
muestran a decenas de migrantes, entre ellos niños pequeños, amontonados en
celdas.
Costello
dijo que el gerente de un centro de detención describió la situación como una
“bomba de tiempo” y expresó sus preocupaciones por la seguridad del personal de
la agencia y de los detenidos.
Los
niños en tres de las cinco instalaciones de la Patrulla Fronteriza no tenían
acceso a duchas y carecían de ropa de repuesto, mientras que dos instalaciones
no les habían proporcionado comidas calientes, solo sándwiches fríos.
La
mayoría de los adultos no se habían duchado en un mes y recibían toallitas
húmedas. Algunos detenidos sufrían de estreñimiento después de una dieta a base
de sándwiches de bologna, una variedad de emparedado barata y típica de Estados
Unidos y Canadá.