Un cúmulo de aberraciones para condenar a Sergio Aguayo

Un juez –bajo sospecha de parcialidad– encontró al académico Sergio Aguayo culpable de dañar la imagen pública de Humberto Moreira en un artículo periodístico, y lo condenó a pagarle 10 millones de pesos al exdirigente priista. Abogados y defensores de derechos humanos señalan el cúmulo de aberraciones del caso –que todavía deberá llegar a la Suprema Corte– y el riesgo en que se coloca al periodismo y a la libertad de expresión con precedentes como éste.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El 20 de enero de 2016 Sergio Aguayo publicó un artículo en el diario Reforma en el que señaló presuntos actos de corrupción de Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila, y dijo que ese personaje despide un “hedor corrupto”. Medio año más tarde, el también exdirigente nacional del PRI demandó al investigador por daño a su imagen pública.

Tras cuatro años de juicio, el magistrado de la Sexta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Francisco José Huber Olea Contró, encontró culpable a Aguayo y autorizó el embargo de sus propiedades si el articulista no le paga a Moreira 10 millones de pesos, por causarle “daño moral”.

“Se trata de criminalizar la libertad de expresión”, asegura Aguayo en entrevista y señala que las repercusiones de la sentencia del juez representan un acoso judicial y la posibilidad de meter a la cárcel a más periodistas por ejercer el derecho a la libre expresión.

Lo más grave, insiste el investigador, es que en medio de los ataques al periodismo independiente, de los asesinatos e intimidaciones, estas acusaciones sean parte de una corriente de demandas judiciales que han proliferado en todo el país.

“El gremio periodístico está justificadamente preocupado por la posibilidad de que interpongan demandas como la mía”, sostiene, inquieto, el articulista y académico que ha tenido el apoyo de más de 2 mil personas en una carta de denuncia que circuló casi inmediatamente después de que el juez emitiera la sentencia.

Sergio Aguayo es investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México desde hace 43 años, profesor invitado en la Universidad de Harvard desde 2015 y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México desde 1984. Ha publicado más de 25 libros y ofrece seminarios y conferencias –a nivel internacional– sobre temas políticos, electorales, de derechos humanos, seguridad nacional y de la relación México-Estados Unidos.

Es uno de los principales defensores de los derechos políticos, electorales y humanos. Entre 1990 y 1996 fue presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, y de 1994 a 1999, integrante de la Coordinación Nacional de Alianza Cívica. Hasta 2008 fue presidente del Consejo Directivo del centro de análisis e investigación Fundar.

Fundador del diario La Jornada y de la revista Este País, desde 2001 participa como panelista en el programa “Primer Plano”, del Canal Once, y colabora en el diario español El País y en el think tank británico Open Democracy.

Es articulista del diario Reforma, donde publicó precisamente el texto por el que fue demandado por Humberto Moreira, cuando éste fue detenido –a petición de Estados Unidos– en España, acusado de presuntos delitos de organización criminal, lavado de dinero, cohecho y malversación de recursos públicos.

Aguayo, en entrevista telefónica desde España, enumera una serie de riesgos para el periodismo mexicano, con la sentencia que recibió.

“Primero la filtración de ese documento, en el cual se amenaza con criminalizar y mandar a la cárcel a periodistas; segundo, los ataques al periodismo independiente; tercero, lo que se expresó en la Caminata por la Paz, que volvió a traer el tema de la justicia para los familiares de las víctimas de la violencia; y finalmente la decisión del juez de que se embargaran mis bienes de una manera sorpresiva.”

También advierte que su caso evidencia el riesgo para los periodistas de enfrentar redes de corrupción y de complicidad dentro del Poder Judicial de la capital del país y la necesidad de reformar las leyes para evitar que se sigan presentando estos casos de persecución.