En redes sociales, la historia de una perrita callejera rescatada de morir en el antirrábico de San Pablo Apetatitlán, en Tlaxcala, se ha vuelto viral, debido a la manera en la que su salvador, narra todos los trámites burocráticos y trabas por las que tuvo que pasar para sacarla de ese lugar.
Es en Facebook donde el relato de Carlos, ha dado de qué hablar y causado todo tipo de reacciones en los cibernautas. Algunos expresan su enojo, mientras otros reconocen con euforia todo lo que hizo para rescatar a la perrita callejera de morir, la mañana de este jueves.
Así salvaron a la perrita callejera en Tlaxcala
La historia del rescate de la perrita callejera en el antirrábico de Tlaxcala inicia con el “peregrinar” que Carlos y su padre, tuvieron que vivir para salvarla luego de que la perrera se la llevara. Una perra que, a pesar de ser de la calle, él esterilizó en octubre pasado y alimenta, junto con otros canes.
Al reclamarla, le pidieron una lista de ocho documentos que, como él señala, pareciera que era para que no se la entregaran.
Nunca me habían pedido copias de mi cartilla militar, mucho menos la original, y para poder rescatarla me los pidieron, con un oficio expedido por la presidencia del lugar donde ella fue capturada, dirigido hacía el Módulo Canino, también pidieron documentación mía como si fuera un trámite para un pasaporte, querían que llevara su cartilla al corriente de vacunación original, copia y que si era de un veterinario tenía que llevar copia de su cédula profesional”, publicó en la red social.
No obstante de esto, la perrita callejera fue trasladada al antirrábico de San Pablo Apetatitlán en Tlaxcala y, al acudir al lugar, tampoco quisieron entregársela, ya que el horario de atención ya había concluido. Además, el personal le comentó que tenía que llegar antes de las 7:00 de la mañana del siguiente día, “porque una vez iniciado el sacrificio ya no podemos detener a la gente que los sacrifica”, detalló.
Carlos se presentó al siguiente día a las 6:25 horas y, luego de presentar la documentación, entró a reconocer a la perrita callejera, no sin antes notar el semblante triste de al menos 220 perros mestizos y de raza; con y sin collar y de todos los tamaños.
Más trabas para rescatar a la perrita callejera…
Una vez que reconoció a la perrita, el encargado del lugar le pidió algo más antes de dejarla ir, Carlos tenía que donar croquetas, algo que no le habían comentado anteriormente. Afortunadamente, contaba con alimento en la cajuela de su auto, por lo que pudo sacarla.
Una vez afuera, señala que la perrita lloraba, no sabe si de felicidad o de impotencia. Él reconoce en su publicación su frustración de no poder ayudar al resto de perritos que fueron sacrificados ese día.
Finalmente, ya con la perrita callejera rumbo a casa, pidió a quienes quieran donar alimento para los 18 perros callejeros que cuida en un refugio hecho por él, la ayuda será bien recibida.
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