El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, saludan a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial en la ceremonia de conmemoración del 75 aniversario del Día D.
Con un respetuoso silencio, los países recordaron el jueves a los caídos y la valentía de los soldados de las fuerzas aliadas que se metieron en un mar ensangrentado para desembarcar en las playas de Normandía, en un homenaje por el 75 aniversario del masivo asalto del Día D que condenó la invasión nazi en Francia y, con ello, la caída del Tercer Reich de Adolf Hitler.
Los actos para conmemorar la sorpresiva ofensiva aliada por mar y aire se trasladaron a Francia tras los homenajes de la víspera en Portsmouth, Inglaterra, el principal puerto de salida de las embarcaciones que trasladaron a Normandía a decenas de miles de soldados que no sabían si vivirían para ver otro día.
Mandatarios, veteranos y sus familias y civiles agradecidos asistieron a la solemne jornada que comenzó bajo un sol radiante. Hasta 12.000 personas se congregaron en el acto en el cementerio estadounidense de Normandía, donde los veteranos fueron los invitados de honor.
El presidente Trump ha aprovechado este jueves la ocasión para ensalzar los lazos de su país con los aliados y ha asegurado que ese vínculo es “irrompible”.
“A todos nuestros amigos y socios: nuestra preciada alianza se forjó en el calor de la batalla, se puso a prueba en las dificultades de la guerra y se demostró en las bendiciones de la paz. Nuestro vínculo es irrompible”, ha dicho Trump en un acto de homenaje.
Tampoco desaprovechó la oportunidad para resaltar en innumerables ocasiones las virtudes de EE.UU., al que considera “hoy más fuerte que nunca antes”.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, recordó a Trump que “Estados Unidos nunca es más grande que cuando lucha por la libertad de otros”. En su discurso, ha instado a Trump “renovar su amistad con Francia” y a ser fiel a la “promesa de Normandía: no olvidar nunca que cuando los pueblos libres se unen pueden afrontar todos los desafíos”.
Macron se saludó efusivamente con Trump a la llegada al camposanto a quien le pidió recuperar la senda del multilateralismo que permitió la liberación de Europa del yugo nazi.
“La victoria contra la barbarie habría sido imposible sin Estados Unidos. Y se consiguió gracias a que las fuerzas armadas estaban unidas”, ha dicho Macron ante las casi 10.000 tumbas de soldados en este cementerio, ubicado solo a unos metros de Omaha Beach, una de las playas del desembarco y la que más bajas aliadas registró.
Después, el presidente francés se reunirá con Trump para una entrevista bilateral en Caen, capital de Normandía.
Al amanecer, cientos de personas, tanto civiles como militares, procedentes de todo el mundo, se congregaron en la orilla del mar para recordar a los soldados que irrumpieron en las fortificadas playas de Normandía para ayudar a cambiar el curso de la guerra.
Dick Jansen, un holandés de 60 años, bebía whisky canadiense de una taza esmaltada. Otros arrojaron claveles al mar. Randall Atanay, el hijo de un médico que atendió a los muertos y heridos, caminaba descalzo cerca del agua en la playa de Omaha, la primera de las cinco con nombre en clave cuyas aguas que se tiñeron de rojo el 6 de junio de 1944.
El Día D se produjo la mayor invasión por mar y aire de la historia con 150.000 soldados solo en esa jornada, a los que luego se unieron más para los combates posteriores en la región. Las tropas comenzaron a lanzarse en paracaídas durante la noche y un masivo despliegue marítimo de 7.000 embarcaciones los respaldó más tarde en las playas bautizadas con los nombres en clave de Omaha, Utah, Juno, Sword y Gold.