Un médico en Ohio especializado en cuidados intensivos ha
sido acusado este miércoles de asesinato en relación con la muerte de 25
pacientes, que las autoridades sospechan que murieron tras recibir
deliberadamente sobredosis de analgésicos.
El doctor William Husel, de 43 años, fue despedido en
diciembre del Sistema de Salud de Mount Carmel, en el área de Columbus, tras
surgir dudas sobre su desempeño. El doctor ha sido acusado de ordenar dosis
excesivas de fentanilo, un poderoso analgésico, a sus pacientes. Muchos de los
que murieron estaban recibiendo cuidados paliativos. Las muertes ocurrieron
entre 2015 y 2018.
El fiscal del condado de Franklin, Ron O’Brien, informó que
otros empleados del hospital fueron entrevistados como testigos y que no cree
que nadie más sea acusado. El médico es el único. Las autoridades no están
procesando a enfermeras, farmacéuticos y otras personas involucradas en las
muertes, aunque docenas de empleados del hospital han sido reportados a juntas
profesionales para posibles acciones disciplinarias.
Un abogado de Husel ha dicho que su cliente nunca tuvo la
intención de matar a nadie, que estaba tratando de proporcionar “cuidados
de confort” a los pacientes moribundos. Husel se entregó el miércoles a
las autoridades y se declaró inocente. Un juez fijó una fianza de un millón de
dólares.
El Sistema de Salud de Mount Carmel determinó que Husel
ordenó dosis potencialmente fatales de analgésicos a 29 pacientes durante
varios años, cinco de los cuales al parecer aún tenían probabilidad de mejorar
con tratamiento normal. Además, otros seis pacientes recibieron dosis excesivas
pero probablemente no fue la causa de la muerte.
A Husel le despidieron en diciembre y se le retiró su
licencia médica. Trabajó en Mount Carmel durante cinco años. Mount Carmel
admitió que Husel no fue retirado de la unidad de atención a pacientes hasta
cuatro semanas después de que surgió una queja en su contra en el otoño pasado,
y que tres pacientes murieron en esas semanas.
Se han establecido más de una veintena de demandas por
homicidio contra el médico y contra el sistema hospitalario. Las familias
denunciaron que sus seres queridos murieron a raíz de sobredosis ordenadas
intencionalmente o por negligencia médica por parte de Husel. Otros han
cuestionado si el hospital les mintió sobre la condición de salud de los
pacientes.
Mount Carmel se ha disculpado públicamente por lo sucedido y
ha accedido a pagar cientos de miles de dólares en compensación. Como medida de
precaución, han despedido a todo el personal a cargo de dar dosis a pacientes.
En total 48 enfermeros y farmacéuticos fueron investigados.
Treinta de ellos recibieron licencia y 18 ya no trabajan allí.