Un ex enfermero al que le gustaba provocar paros
respiratorios a sus pacientes porque disfrutaba de la sensación de poder
reanimarlos fue condenado el jueves por 85 cargos de asesinato en un tribunal
del noroeste de Alemania. Se cree que es el peor asesino en serie del país
desde la II Guerra Mundial.
La corte de Oldenburg sentenció a Niels Hoegel, de 42 años,
a cadena perpetua y señaló la “especial gravedad de los delitos” en su
veredicto.
Hoegel trabajó en un hospital en la ciudad noroccidental de
Oldenburg entre 1999 y 2002 y en otro hospital de la cercana población de
Delmenhorst entre 2003 y 2005. Los asesinatos ocurrieron entre los años 2000 y
2005, según la agencia alemana de noticias dpa. Las víctimas de Hoegel tenían
entre 34 y 96 años.
Hoegel fue condenado en 2015 por dos asesinatos y dos
intentos de asesinato y ya cumplía una cadena perpetua. Las penas no son
acumulativas en Alemania, pero la calificación de gravedad de los crímenes en
el veredicto prácticamente asegura que seguirá encarcelado más allá de la pena
estándar de 15 años.
En su primer juicio, el acusado dijo que había provocado
crisis cardiacas de forma deliberada a unos 90 pacientes en Delmenhorst porque
disfrutaba de la sensación de poder reanimarlos. Después dijo a los
investigadores que también había matado pacientes en Oldenburg.
Las autoridades investigaron cientos de muertes, exhumando
cuerpos de antiguos pacientes.
En total, Hoegel fue acusado de 100 delitos de asesinato,
aunque el tribunal le declaró no culpable en 15 casos por falta de pruebas.
Durante los siete meses de juicio, Hoegel admitió 43 de las
muertes, negó cinco y dijo que no podía recordar los otros 52.
En su alegato final al tribunal el miércoles, se mostró
avergonzado y arrepentido, diciendo que se daba cuenta del dolor y el
sufrimiento causados por sus “terribles acciones”.
“A todos y cada uno de ustedes les pido disculpas por todo
lo que he hecho”, dijo.