Un leopardo mató este miércoles por la noche a un niño de
dos años y medio de edad en el famoso Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, en
una de las zonas reservadas para que residan los empleados, informó hoy jueves
el servicio de gestión de esas áreas protegidas.
El menor, cuya identidad no se ha dado a conocer, era hijo
de uno de los trabajadores de esta destacada reserva estatal.
El incidente ocurrió a las 20:00 hora local (18:00 GMT) y el
niño fue declarado muerto (posteriormente) por los doctores del hospital
Shongwe”, señaló el servicio de Parques Naturales de Sudáfrica en un
comunicado.
“Nunca es fácil perder a un ser querido, especialmente en
tan trágicas circunstancias. Este es el riesgo con el que vivimos a diario
mientras ayudamos a conservar nuestras especies en beneficio de todos”, afirmó
el director ejecutivo de este organismo público sudafricano, Fundisile Mketeni.
Tras el suceso, los guardias forestales dieron caza al
animal para evitar más víctimas.
En parques como el Kruger los depredadores interactúan con
los turistas y los empleados y, a veces, esto resulta en que especies como el
leopardo se habitúan y pierden el miedo. El cambio en el comportamiento natural
puede llevar a incidentes desafortunados como este (…). Son sucesos muy
escasos, pero cuando ocurren son siempre trágicos”, añadió el servicio de
Parques Naturales.
Se estima que Kruger acoge a unos 19.000 animales, entre los
que se cuentan unos mil leopardos, según los últimos recuentos poblacionales.
Es el parque de mayor extensión de Sudáfrica y el que
alberga la mayor población de rinocerontes y elefantes, además de ser uno de
los principales atractivos turísticos del país, visitado por más de 1,5
millones de personas cada año.
El leopardo es el más solitario entre los grandes felinos
africanos. Son muy silenciosos y pueden llegar a pesar entre 60 y 70 kilos.