Julián Castro, el exsecretario del Departamento de Vivienda
y único latino en el grupo de demócratas que aspiran a la presidencia, ha dicho
que su español no es perfecto porque hablar el idioma ha sido mal visto en
Estados Unidos.
Aunque creció en un hogar latino, Castro dijo que la
historia de menosprecio por el español en el país tuvo mucho que ver en que no
haya aprendido a hablar el idioma con fluidez.
Castro, cuya abuela llego al país desde México en 1922, ha
afirmado en una entrevista con la cadena MSNBC que, históricamente, “uno era
castigado en la escuela si hablaba español”.
Si bien el español no es una de sus fortalezas, Castro se ha
atrevido a hablarlo en varias ocasiones durante la campaña por la presidencia.
“Me llamo Julián Castro y estoy postulando por presidente de
los Estados Unidos”, ha dicho en el primer debate demócrata celebrado el pasado
26 de junio.
El exsecretario ha agregado que esto no fue algo por lo cual
solo su abuela pasó y la generación de su madre también experimentó algo
similar en sus intentos por hablar español, ha reportado el sitio web de
noticias Remezcla.
“No te dejaban hablarlo”, ha puntualizado. “Yo creo que la
gente internalizó esta opresión al respecto y básicamente querían que sus hijos
hablaran inglés primero”.
“Yo pienso que, en mi familia, como en muchas otras
familias, el residuo de eso, el impacto de eso es que hay muchas personas cuyo
español no es bueno”, ha indicado.
Castro ha dicho que está trabajando para que su hija sea bilingüe
y, según ha mencionado en varias entrevistas, la ha registrado en programas
escolares que ofrecen dos idiomas.
Las declaraciones de Castro han tenido lugar luego de que
varios aspirantes demócratas, incluyendo el senador Cory Booker, el exrepresentante
Beto O’Rourke y el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, hablaran en español
durante el debate del Partido Demócrata.