Arturo MARTÍNEZ
Diversos casos de acoso sexual y laboral han sido encubiertos por varios meses por personal y directivos de una escuela secundaria ubicada en el municipio de Yauhquemehcan.
Si bien los casos han parado en la Unidad de Género de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), encabezada por Homero Meneses Hernández, pocos han sido atendidos de manera correcta, puesto que las víctimas no han visto resultados favorables.
Tal es la situación que ocurre en la Escuela Secundaria General Octavio Paz Lozano, en la comunidad de San José Tetel, donde los casos de acoso van desde lo laboral entre mismos compañeros hasta algunos de profesores hacia alumnos.
Y es que lejos de que exista justicia para los agraviados, directivos y docentes involucrados en estos actos han tomado parte para que los casos se solucionen de manera interna, para que la situación no se “salga de las manos”.
Asimismo, Natalia T., y Keila S., quienes están a cargo de la institución, han actuado en contubernio con Miguel Ángel H., quien es identificado como coordinador de la misma y con algunos docentes y personal administrativo, donde resaltan los nombres de Leonardo Adrián M., Deyvid M., Edmundo C., y Edgar A., sin olvidar la representante sindical de nombre Carmen M.
Dichos personajes han sobrepasado la mucha o poca autoridad para que los sucesos no sean públicos y no se haga un “escándalo”. Incluso han sabido ejecutar sus movimientos para permanecer en sus sitios de trabajo a pesar de ser los principales autores de actos de acoso laboral y sexual.
Asimismo, a través de diversas denuncias que han hecho llegar de manera anónima se deja entrever que posiblemente alumnos sean objeto de estos mismos.
En semanas pasadas, Meneses Hernández dio a conocer que la SEPE ha levantado alrededor de 20 expedientes de casos de violencia y acoso sexual contra maestras y alumnas, ha puesto a disposición del área administrativa a ocho docentes y ha cesado a cuatro por esa razón.
Además, reconoció que el número de denuncias por presuntos casos de violencia y acoso sexual en el sector ha incrementado, principalmente por la confianza que ha dado el trabajo que realiza la Unidad de Género.
Sin embargo, la sanción hasta cierto modo no ha afectado a los principales actores y ha repercutido en los agraviados que esperan una sanción digna.