Por Héctor A. Villalva
Mucho se ha hablado sobre la responsabilidad de las autoridades municipales en materia de seguridad, sin embargo, poco ha sido lo que cada una de ellas ha llevado a los hechos. En los últimos días, la comisión de delitos en algunos municipios ha escalado de tal forma que las autoridades municipales sólo se limitan a ver y dejar pasar. No actúan, no dan resultados, pero sí cobran.
El pasado domingo en el municipio de Xaltocan, la detención de un masculino, originó un caos en esa demarcación, situación que los fatalistas utilizaron para nuevamente culpar al gobierno estatal de los malos resultados de los alcaldes. En esta detención, se dio cuenta de la ignorancia de los policías municipales para realizar detenciones y hacer caso de los protocolos de actuación, uso y niveles de fuerza.
Luego de trasladar al detenido a los separos municipales, se anunció que éste había sufrido un “desmayo” y que, al momento de atenderlo, ya no tenía signos vitales. Vaya suerte la del detenido, y vaya suerte la de las y los oficiales que participaron en su detención.
Lo anterior tiene que obligarnos como ciudadanos a exigir mejores cuerpos policiales en nuestros municipios, ya que en muchas ocasiones éstos actúan como primer respondiente en situaciones de riesgo, emergencias y en la atención de comisión de delitos.
Recientemente, el Órgano de Fiscalización Superior, dio a conocer una cifra que debe dar miedo, de todos los policías municipales que se registran en los 60 municipios, 67% no cuenta con acreditaciones y capacitaciones para desempeñar sus funciones. No es un tema menor, porque nuestra seguridad y la de nuestras familias está en manos de personas que tampoco saben brindar seguridad.
El gobierno estatal ha emprendido acciones que permitan a los municipios tener corporaciones policiales preparadas, capacitadas y aptas para desempeñarse, sólo queda en la voluntad de los alcaldes.
La muerte de Quirino N en los separos de Xaltocan es responsabilidad única y total del alcalde, José Luis Hernández por su completa negligencia e ignorancia tanto en temas de la administración pública como de seguridad.
A propósito, hay que recordar que la responsabilidad también recae en los síndicos, regidores, los diputados de las comisiones de seguridad pública y asuntos municipales.
Debut y despedida
Recientemente, el alcalde de Xaltocan que llegó al poder apadrinado por Juan Carlos Sánchez García, “El Saga” para los cuates, se sumó a las filas de morena, donde fue bien recibido. Habrán de replantearse los morenistas la idea de tener brazos abiertos para los malos servidores públicos porque puede repercutir negativamente en la imagen del partido de cara al 2024.