Enjuician en Estados Unidos a Scott Daniel Warren, un
activista acusado de dar agua, alimento y alojamiento a migrantes.
La selección del jurado para un juicio contra el activista
fronterizo comenzó este miércoles en un Tribunal Federal en Arizona, en un caso
que según sus simpatizantes tiene motivos políticos.
Scott Daniel Warren, de 36 años de edad, fue detenido en
2018, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza lo encontraron en una propiedad
utilizada para brindar ayuda a inmigrantes en Ajo, Arizona.
Warren ayudaba a dos migrantes que habían cruzado la
frontera de manera ilegal. El acusado argumenta que sus valores espirituales lo
obligan a ayudar a cualquier persona en apuros.
A lo largo de varios días, Warren les llevó camas, ropa
limpia, alimentos y agua.
Los migrantes dijeron a la patrulla que supieron del lugar
al investigar en internet cómo cruzar la frontera.
Warren fue arrestado horas después que la organización No
More Deaths (No Más Muertes) entregó a la prensa videos de un agente de la
Patrulla que patea bidones de agua dispuestos para los migrantes y otro agente
vuelca litros de agua en el suelo.
Los fiscales acusan que los migrantes, Kristian Pérez
Villanueva y José Arnaldo Sacaria Goday, nunca sufrieron dificultades graves
reales que ameritaran el apoyo del activista.
Warren asegura que el Gobierno del presidente, Donald Trump,
está tomando medidas enérgicas contra los grupos de ayuda humanitaria.
Agrega que el Gobierno federal rechazó permitir que los
grupos de ayuda usen tierras federales e inició procesos contra voluntarios,
entre ellos varios que están en el grupo No More Deaths, con el que trabaja
Warren.
Los padres de Warren reunieron más de 126 mil firmas en un
petitorio online que pide a la Corte que desestime el caso.
En una moción para desestimar los cargos, la defensa de
Warren sostuvo que, “en congruencia con su conciencia y sus creencias
espirituales, no pudo volver la espalda a dos migrantes en el desierto.
Para muchos, la decisión conduce a una muerte dolorosa y solitaria
en los rincones remotos del Desierto Sonorense”, escribieron Pam y Mark Warren,
los padres, en el petitorio auspiciado por el grupo defensor MoveOn.
“Nadie merece morir en el desierto. Nadie merece ir a la
cárcel por tratar de impedir esas muertes”, mencionan en el documento.