El influyente legislador estadounidense Elijah Cummings, en el centro de la investigación de juicio político del presidente Donald Trump, murió este jueves a los 68 años, informaron sus voceros.
El veterano congresista demócrata, representante de Baltimore en el Congreso desde 1996, falleció en el Hospital Johns Hopkins “debido a complicaciones relacionadas con problemas de salud de larga data”, dijo su oficina en un comunicado sin especificar la causa de la muerte.
Cummings era el presidente del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, uno de los tres que llevan adelante la pesquisa que puede terminar en la destitución de Trump, con quien se había enfrentado repetidamente en los últimos meses.
La investigación examina si el presidente intentó obtener la ayuda de Ucrania para conseguir información incriminatoria sobre el exvicepresidente Joe Biden, uno de los candidatos demócratas mejor posicionados para disputarle la reelección a Trump en 2020.
Cummings también había tocado el tema de migrantes
Elijah Cummings también había supervisado investigaciones sobre el tratamiento del gobierno de Trump a los migrantes en la frontera con México, y sobre sus intentos de incluir en el próximo censo una pregunta sobre la nacionalidad de los encuestados.
Los demócratas temían que esta controvertida cuestión, finalmente prohibida por la Corte Suprema, terminara afectando la representación en el Congreso de estados con fuertes comunidades inmigrantes, reduciendo también su acceso a fondos federales.
Trump extendió condolencias por muerte de Cummings
Este jueves, Trump dejó de lado su enemistad con los demócratas para extender sus condolencias a la familia y amigos de Cummings.
“Pude ver de primera mano la fuerza, la pasión y la sabiduría de este líder político muy respetado. ¡Su trabajo y su voz en muchos frentes serán muy difíciles, si no imposibles, de reemplazar!”, escribió en Twitter.
En julio, Trump había dicho que la ciudad de Baltimore era un “desastre infestado de ratas y roedores” no apto para los humanos y culpó de ello a Cummings, un afroestadounidense que ha representado a gran parte de la ciudad de mayoría negra en el Congreso en los últimos 23 años.
Trump sugirió que Cummings pasara más tiempo en su ciudad, a lo cual el legislador le respondió:
Señor presidente, voy a casa a mi distrito todos los días. Cada mañana, me levanto y voy a luchar por mis vecinos. Es mi deber constitucional supervisar el Poder Ejecutivo. Pero, es mi deber moral luchar por mis electores”.
Licenciado en ciencias políticas y luego en derecho, Cummings, un hombre grande de voz resonante y don para la oratoria, era hijo de aparceros de Carolina del Sur que se mudaron al norte para mejorar sus condiciones de vida.