La farmacéutica estadounidense Pfizer se encuentra en medio de la polémica después de que el diario Washington Post haya desvelado este miércoles que la compañía que no difundió indicios de que uno de sus fármacos podría prevenir el alzhéimer.
Todo ocurrió en 2015, cuando un equipo de investigadores de la farmaceútica, que analizaba cientos de miles de reclamaciones de seguros, descubrió que Enbrel, un popular antiinflamatorio para tratar la artritis reumatoide, podría disminuir en un 64 % el riesgo de padecer alzhéimer.
Según el Post, verificar que el fármaco puede ayudar a prevenir esa enfermedad requeriría un ensayo clínico en miles de pacientes, cuyo costo se estimó en 80 millones de dólares, pero que la farmacéutica, después de una discusión interna, decidió no realizar. Tampoco difundió el hallazgo.
La compañía aclaró que su decisión “de no publicar un análisis estadístico de datos incluidos en los reclamos a los seguros médicos” y “de no considerar un ensayo clínico más amplio sobre la enfermedad basado en dicho análisis estadístico se debe, primero y ante todo, en razones científicas y no con base a incentivos financieros, como la historia parece implicar”, puntualiza Pfizer en un comunicado.
Consultados por el Post sobre la decisión de la farmacéutica de no divulgar la información, el investigador y profesor de alzhéimer en la Escuela de Medicina de Harvard y en el Hospital General de Massachusetts, Rudolph E. Tanzi, consideró: “Por supuesto que deberían. ¿Por qué no?”.
El profesor asistente de medicina en la universidad Johns Hopkins y experto en la enfermedad, Keenan Walker, también se pronunció en la misma línea, al señalar como “beneficioso” para la comunidad científica contar con esos hallazgos y defender que permitiría “tomar decisiones mejor informadas”.