Autoridades de Estados Unidos retiraron hoy los cargos de
agresión sexual contra el actor Kevin Spacey, en un caso que había sido
debilitado por la propia víctima.
Este resultado era esperado después de la audiencia del 8 de
julio, durante la cual el joven que presuntamente había sido agredido por Kevin
Spacey en julio de 2016 decidió guardar silencio para no incriminarse.
En una carta dirigida este miércoles al juez, el fiscal
responsable en la isla de Nantucket, donde presuntamente ocurrieron los hechos,
justificó su decisión “debido a la falta de disponibilidad del testigo que
presentó la denuncia”.
Esto es una bofetada para el fiscal Michael O’Keefe, que
hasta la fecha ha sido el único que ha acusado a Kevin Spacey, sujeto de otras
investigaciones en Estados Unidos e Inglaterra.
Sin embargo, la decisión sólo tendrá consecuencias limitadas
en la carrera del actor, de 59 años, que está paralizada desde que se dieron
las primeras acusaciones en su contra por agresión sexual, en noviembre de
2017.
En este caso, la estrella de la serie “House of Cards” había
sido acusada de haber puesto la mano sobre los genitales de un joven de 18 años
en un bar, luego de haberlo invitado a beber, en julio de 2016.
La demanda por ataque al pudor y agresión se produjo a
finales de 2018, luego de que otras acusaciones de agresión a hombres jóvenes
salieran a la luz en medio del movimiento MeToo.
En la demanda desestimada, todo se desarrolla en torno al
teléfono móvil del acusador, que lo utilizó para filmar la presunta agresión y
la envió en un mensaje a la que entonces era su novia y a un grupo de amigos.
Examinado por la policía, el dispositivo fue devuelto al
joven luego de que fue extraída la información.