Una investigación encontró que el consumo de carne roja y
blanca tiene efectos similares en el aumento del nivel de colesterol en la
sangre.
Existe la creencia de que la carne roja tiene más incidencia
que la blanca en el incremento del nivel de colesterol. Sin embargo, un
análisis realizado la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y
publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition,
establece lo contrario.
En este trabajo, donde se excluyeron a las carnes procesadas
(como salchichas y jamón) y el pescado, participaron más de 100 personas sanas
de entre 21 y 65 años, quienes realizaron tres dietas de prueba durante 4
semanas: de carne roja (principalmente res), de carne blanca (principalmente
pollo) y sin carne.
A los participantes se les tomaron muestras de sangre al
comienzo y al final de la prueba.
Así se estableció que el consumo de proteínas de fuentes vegetales
tenía un impacto saludable en el colesterol. En cambio, los efectos fueron
idénticos en el caso de las carnes blancas y rojas, cuando los niveles de grasa
saturada fueron equivalentes.
Cuando planeamos este estudio, esperábamos que las carnes rojas
tuvieran un efecto adverso mayor de niveles de colesterol en la sangre que las
blancas, pero nos sorprendió que este no es el caso.
(…) Nuestros resultados indican que las recomendaciones
actuales de restringir las carnes rojas y no las blancas no se deben basar
solamente en sus efectos en el colesterol en la sangre”
… comentó Ronald Krauss, director de Investigación en
Arteriosclerosis del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de
Oakland (CHORI) y autor principal del estudio.
Krauss afirmó que las proteínas que no provienen de la carne
(como las de origen vegetal) brindan un mejor beneficio para la salud en
referencia con el colesterol.
Por ello, lo más recomendable para reducir los niveles de
colesterol es reducir el consumo de la carne blanca y roja.