El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, perdonó a
Michael Behenna, un exmilitar acusado de crímenes de guerra cometidos en Irak.
Michael Behenna, un veterano de las Fuerzas Especiales del
Ejército estadounidense, estaba condenado por asesinar a sangre fría a un
presunto terrorista de Al Qaeda, en Irak, en 2008.
El caso del señor Behenna ha tenido un amplio apoyo de los
militares, los funcionarios de Oklahoma y el público. Además, mientras cumplía
su sentencia, ha sido un prisionero modelo. A la luz de estos hechos, Behenna
merece por completo el perdón presidencial”, dijo la portavoz de la Casa
Blanca, Sarah Sanders.
Behenna, de 35 años de edad, fue condenado por el asesinato
del irakí Ali Mansur, un presunto yihadista al que desnudó e interrogó de
manera ilegal, antes de dispararle dos tiros a sangre fría, uno en el pecho y
otro en la cabeza.
Mansur había sido detenido por su presunta participación en
un ataque con explosivos contra una patrulla estadounidense de la que formaba
parte Behenna y en la cual fallecieron dos militares: el sargento Adam
Kohlhaas, de 26 años de edad, y el sargento Steven Christofferson, de 20.
Un informe de inteligencia apuntó que Mansur podía haber
sido el cerebro de la operación, por lo que fue arrestado en su domicilio,
donde hallaron una ametralladora y un pasaporte falso en el que había
constancia de viajes a Siria y a Arabia Saudita.
Mansur fue interrogado, pero finalmente el alto mando ordenó
su puesta en libertad al considerar que no existían pruebas concluyentes de su
participación en la emboscada.
Fue precisamente cuando Mansur estaba siendo trasladado de
vuelta a su domicilio que Behenna decidió parar el vehículo y cobrar justicia
por su propia mano.
Le desnudé para intimidarle y le dije que quería más
información sobre los líderes locales de Al Qaeda y sobre sus viajes a Arabia
Saudí y Siria, y sobre la explosión. Pero él solo repetía: ‘no sé, no sé’”,
declaró Behenna durante su juicio.
En 2009, una corte marcial condenó a Behenna a 25 años de
prisión al considerar al acusado culpable de los cargos de asesinato no
premeditado y de violar el código militar.
Tras varias apelaciones, vio reducida su condena a 15 años
de cárcel y en 2014 fue puesto en libertad bajo fianza.
A pesar de que en principio Behenna no podría obtener un
perdón presidencial hasta que cumpla el resto de su condena, en 2024, el
abogado del exsoldado, John Richter, confirmó hace unos meses que lo
solicitaron debido al clima favorable hacia los militares que se respira
actualmente en la Casa Blanca.
Sabemos que tenemos un presidente que es muy comprensivo con
la situación a la que se enfrentaron los soldados, marineros y marines en las
guerras de Irak y Afganistán”, explicó entonces Richter al diario The
Washington Post.