Peter Handke recibirá el premio Nobel de Literatura este martes en Estocolmo, donde se organizaron manifestaciones para denunciar las posiciones proserbias del escritor austriaco durante las guerras de la ex-Yugoslavia en los años 1990.
Al decidir, en octubre, otorgarle el prestigioso galardón al novelista de Carintia, la Academia sueca suscitó una ola de indignación en los Balcanes y en otras partes del mundo por el apoyo de Handke al otrora hombre fuerte de Belgrado, Slobodan Milosevic.
La polémica casi eclipsó a la laureada de 2018, Olga Tokarczuk, psicóloga de formación y militante de izquierdas, ecologista y vegetariana, que se convirtió en la quinta mujer en recibir el premio desde su creación, en 1901.
A sus 77 años, Peter Handke recibirá el premio de manos del rey Carlos XVI Gustavo durante una ceremonia formal con los laureados de las otras categorías, excepto la de la Paz, cuyo galardón se entrega en Oslo.
Las celebraciones culminarán con un suntuoso banquete al que fueron invitados mil 200 personas elegidas al azar.
La Academia sueca decidió condecorar a Handke por su obra que, con “ingenio lingüístico, exploró la periferia y la singularidad de la experiencia humana”, y alabó a “uno de los escritores más influyentes de Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Handke “no es un escritor político”, insistió el presidente del comité Nobel de Literatura, Anders Olsson.
Escándalo en la institución del Nobel
La institución, que siempre ha defendido que trabaja para que la política no se inmiscuya en su actividad, se empleó sobre todo en reconstituirse durante los dos últimos años, tras el escándalo de agresiones sexuales que la hizo implosionar en 2017. El caso comportó el retraso en la atribución del premio de 2018, que finalmente cayó en manos de Olga Tokarczuk.
Sin embargo, la elección de Peter Handke no parece haber calmado la situación