Manifestantes en la India no cesan y siguen las protestas

Decenas de miles de indios protestaron este jueves en diversos puntos del país desafiando la prohibición de manifestarse y los cortes en el suministro de internet, para mostrar su oposición a una nueva ley que consideran discriminatoria hacia los musulmanes y anticonstitucional.

Las manifestaciones, a menudo enturbiadas por enfrentamientos, se registraron sobre todo en Nueva Delhi y estados del noreste del país, el segundo más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes.

En un vano intento de frenar estas protestas, el gobierno prohibió las reuniones públicas de más de cuatro personas en numerosas ciudades, rescatando un artículo de una ley heredada del pasado colonial británico.

Pero el movimiento de protesta, liderado sobre todo por líderes de la comunidad musulmana, que representa el 14% de la población, es uno de los más importantes a los que se ha enfrentado hasta ahora el primer ministro Narendra Modi desde su llegada al poder en 2014.

Los manifestantes denuncian una nueva ley que facilita la concesión de la nacionalidad india a los refugiados de Afganistán, Pakistán o Bangladés siempre y cuando no sean musulmanes.

La nueva ley no afecta a los indios musulmanes pero ha provocado una indignación enorme tras cinco años en el gobierno de los nacionalistas hindúes de Modi.

Un gobierno casi facista

En Nueva Delhi, la policía forzó a muchos manifestantes a montarse en un autobús y abandonar el lugar de la protesta. Los manifestantes entregaban rosas rojas a los agentes que les obligaban a dispersarse.

“Porque esta no es una lucha contra la policía, sino contra el gobierno, un gobierno casi fascista“, dijo Shantanu, estudiante que participó en la protesta.

Este jueves por la mañana, el gobierno ordenó a las compañías de telefonía móvil que cortaran el servicio en varios puntos de la capital india, una decisión inédita. La señal telefónica comenzó a regresar poco a poco al final de la tarde, una vez que se disolvieron las manifestaciones. Sin embargo, una veintena de estaciones de metro de Nueva Delhi permanecían cerradas.