La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, aseguró hoy que no prevé que su país esté bajo cuarentena, “un minuto más de lo necesario”, tras cuatro semanas para evitar contagios por coronavirus.
En tanto, mientras el país de Oceanía se acerca de a la mitad de su confinamiento preventivo, la mandataria insistió en que los ciudadanos de todo el país sigan en sus hogares para minizar el impacto del COVID-19.
“Podemos esperar ver casos (de contagio) venir dentro de poco. Debido a ello, necesitamos entender mejor los contagios comunitarios”, explicó Ardern, respecto a la importancia de evitar las reuniones numerosas.
Indicó que son cuatro semanas de aislamiento debido a que en la mayoría de los casos de contagios, en ese lapso presentarán síntomas, y, que de otra forma, si se levanta la restricción antes de lo previsto, “se podría ver gente portadora enferma en las calles”.
“Sigue siendo crítico el distanciamiento, además de las llamadas para preguntar sobre sintomatología a posibles sospechosos”, explicó.
La víspera Ardern informó que Nueva Zelanda tuvo un buen comienzo en contra de la propagación del coronavirus, después de un confinamiento nacional de 11 días.
En conferencia de prensa aseguró, que pese a esta “brillante” noticia de pocos reportes de contagios, el distanciamiento social debe permanecer mientras los casos se mantienen “en calma”.
“Hemos tenido un buen comienzo, y la decisión que tomamos hará la diferencia. Esos tres mil casos que en un inicio se estimaron pudieron ser reducidos”, explicó el domingo.
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