Un grupo de científicos estadounidenses lograron crear un
plástico 100% reciclable que puede ser reciclado cientos de veces sin perder
calidad
El planeta y las especies que lo habitan se están ahogando,
aunque no necesariamente en agua: se están ahogando en plástico.
Debido a esto, muchas de las mentes de la ciencia están
intentando descubrir maneras en las que podamos lidiar con los desechos de esta
materia, además de intentar asegurar que no liberemos más plásticos al ambiente
en los próximos años.
Enmarcados en esta búsqueda, investigadores del Laboratorio
Nacional Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE)
han creado un material plástico que es cien por ciento reciclable.
La polydiketoenamina, abreviada como PDK, puede
desmaterializarse a nivel molecular para luego rematerializarse en otro objeto
con distinta textura, color y forma.
Este video muestra el proceso de descomposición molecular
del PDK en una solución. Esto permite rematerializarlo en otras figuras
(BerkeleyLab)
Este video muestra el proceso de descomposición molecular
del PDK en una solución. Esto permite rematerializarlo en otras figuras
(BerkeleyLab)
Esto puede ocurrir una y otra vez, sin que el compuesto deba
perder su desempeño o calidad, como lo explica Brett Helms, líder del equipo de
investigación.
Usualmente, los materiales y químicos que se utilizan para
rellenar y crear los objetos de plástico actualmente están unidos fuertemente a
los monómeros. Una cadena de monómeros se une para formar moléculas de plástico
llamadas polímeros.
Los aditivos ligados a los monómeros pueden resultar en
propiedades inesperadas al mezclar diversos plásticos para su reciclaje. Esto
significa que los objetos producidos con plástico reciclado van perdiendo sus
cualidades hasta que deben ir directo al tiradero.
Sin embargo, los monómeros del PDK pueden separarse
completamente de sus aditivos simplemente al ser remojados en una solución
altamente acída.
Con los PDKs, la unión inmutable de los plásticos
convencionales son reemplazados con uniones reversibles que permiten que el
plástico sea reciclado de forma más efectiva”, explica Brett helms.
Y así sucede: los objetos hechos con PDK pueden ser
transformados, recoloreados y reciclados una y otra vez: una correa de reloj
puede convertirse en parte de un teclado de computadora, que después puede ser
utilizada para crear una funda de smartphone.
Los investigadores expresaron que desean seguir con los
experimentos de PDK para desarrollar variantes del material con distintas
propiedades térmicas y mecánicas. Así, pronto podríamos verlo en textiles,
espumas, impresiones 3D y otras aplicaciones.